Pero nada de eso parece contar para algunos, no me merezco ni siquiera una ridiculización, un insultillo pequeño. No, prefiere enviarme al infierno de los que 'suben', condenado a un cielo en el que no creo y en el que no encontraré a ninguno de mis blogueros mas admirados. Allá en los infiernos se quedan todos aquellos a quienes una vez he amado, que me mirarán desde las llamas y me acusarán "ese era Akin, antaño poseedor de un blog malísimo y ahora elevado a las alturas".
¿Por qué? Yo quiero las llamas del infierno, quiero poder poner en mi blog con orgullo "yo he sido insultado por Borjamari", quiero lucir las estrellitas de las que Sara hablaba y presumir de no tener ninguna, un escalafón mas abajo que cualquier otro blog evaluado anteriormente. Quiero ser un paria, quiero estar abajo, siempre he presumido de pertenecer al club de los perdedores, ser una criatura virtual del lodo y la inmundicia ¿Y ahora que haré?
Ya no me queda nada, ni siquiera tengo el valor para el suicidio, no soy capaz de cerrar este blog porque sus historias serán el único modo de dar salida a mi depresión. Ya no podré entrar en el IRC sin sentir la burla de mis antaño compañeros de chateo, ni entrar en los comentarios de otros blogs, ni siquiera salir a comprar pan por si la panadera es internauta. Ya sólo tendré burlas y desprecios, y cuando vean como estoy, hundido en el fango, abandonarán éstas para ya sólo sentir desprecio, y acaso una pizca de lástima, ni siquiera la suficiente para ayudarme a empeorar mis contenidos, sólo para guardar silencio en mi presencia esperando con impaciencia a que yo me vaya y poder volver a sus risas y sus cantos sin el molesto estorbo. Una vez fue uno de ellos, pero que ha sido marcado por el dedo de los dioses. Como los envidiaré, insultados por Él, y los que no esperando ansiosos, cargados de ilusión, el momento en que Él los ponga a parir.
Me retiro ahora, pero no sin antes analizar lo que de mi se dice:
Se podrá estar de acuerdo o no en sus "particulares" razonamientos, pero es de los pocos "posteadores" capaces de elaborar un discurso sólido, lúcido y con buenos argumentos a la hora de expresar su opinión
FALSO, FALSO, no era sólido, yo mismo puedo mostraros varios fallos, establezco la motivación personal de la necesidad de jerarquización, no puedo demostrarlo, no hay base, FALSO e INCOHERENTE. Deberías decirlo y gritarlo: NOOOO. O el asunto de la persona con problemas de salud, vil falacia, la alusión a los sentimientos de los lectores en vez de a la razón, otro argumento falaz, mentiroso, incoherente, FALSO. También hablo en los comentarios de que un blog es algo personal, como un diario, FALSO, FALSO, está en la red, es público. La dicotomía entre lo personal y lo profesional como objeto de crítica, incoherente, no es sólido, nooooo, FALSO. Mis discursos no son sólidos, no son lúcidos, no tienen buenos argumentos. Por favor por favor, ¡Ponme a parir!, ¡Lo necesito!, ¡Necesito volver a ser un paria!, ¡Necesito ser del club de los perdedores!
y ello sin caer en una frivolidad tan manoseada por aquellos a los que la inteligencia no nos da para más.
Y esto es la estocada final, lo acusaba de establecer jerarquías, de situarse a él mismo por encima de los demás como mente preclara del bien y del mal, y ahora me sitúa a mí por encima. Jamás podré recuperarme.
Ya no podré decir nunca mas que los blogs son la democratización de las opiniones, las herramientas para que cualquiera pueda dar salida a sus sentimientos, ya no podré decir que en un blog ves a una persona con sus aciertos y defectos, con sus capacidades y limitaciones, que es un lugar donde incluso la gente que no tenemos ni inteligencia, ni formación, ni capacidad, ni arte, podemos expresarnos con libertad. Cuando diga todo esto me acusarán: "Claro, pero es que elaboras discursos sólidos, lúcidos y con buenos argumentos sin caer en la frivolidad de aquellos a los que la inteligencia no da para mas".
Ya no estoy cualificado para invitar a todo el mundo a hacerse bloguero. Antes podía decir, si yo lo soy ¿Por qué tu no? Antes podía defender que las opiniones de cada uno siempre merecen ser escuchadas, que todos tenemos algo que decir, que éste es un pequeñito paso hacia la otra democracia. Ahora ya no, mi discurso se ha roto, se acabó, finito, caput, adios.
Creo que os dejo, no sé por cuanto tiempo, pero la idea del suicidio ha entrado de nuevo en mi mente, espero tener el valor de hacerlo esta vez.
Tubbo, si me meto en tu retrete ¿Tirarás de la cadena por favor?