Partamos de una idea fundamental, para mi la ciencia representa el elemento de progreso básico en una sociedad, tanto a nivel sociológico como a nivel económico. A nivel sociológico porque la educación científica implica ya algo de base, la educación, elemento primordial para todo desarroollo social, aquello que nos ha separado del hombre recolector. A nivel económico porque la capacitación técnico-científica es el elemento que distingue hoy en día (con las infraestructuras) a los países en vías de crecimiento de los paises desarrollados.
La ciencia es eso que nos ha doblado la esperanza de vida, nos permite volar entre continentes o a la Luna, aquello que nos permite saber que es el sol o por qué se extinguieron los dinosaurios. Es aquello que ahora te permite leer esto que acabo de escribir aunque estés en el otro lado del mundo.
Dicho lo cual, pensemos en lo que representa planeta encantado y los métodos y las tesis que defiende.
Pongamos un ejemplo, una persona o un grupo de personas se pasa 10 años investigando arqueología en Egipto, luego ese grupo saca unas conclusiones que publica, y que son discutidas por otro grupo científico que ha tomado su relevo a pie de campo. Así a lo largo de decenios, y en ese roce de teorías los puntos ocultos se van aclarando, lo que realmente sucedió en el antiguo egipto se va descubriendo y sacando a la luz, cientos de arqueólogos a lo largo de decenas de año lo han ido descubriendo, y ellos nos han dicho como y cuando se construyeron las pirámides, con teorías contrastadas y elaboradas con las pruebas correspondientes.
Luego pasa alguien por allí, está un tiempo (ni idea de cuanto, unos días o unas semanas) y viene diciendo que todos esos cientos de personas que ha dedicado su vida al estudio de la arqueología y en concreto a Egipto se equivocan. Y no lo hace porque haya dedicado mucho tiempo a investigar algo, o porque se haya especializado en arqueología, o porque haya descubierto un hecho sorprendente que tira por tierra teorías anteriores. No, su argumentación es "esto parece muy difícil, así que necesitaron ayuda extraterrestre".
La conclusión es de por si terrible, la sustitución de una explicación racional por una explicación mágica, la vuelta a los dioses de los elementos como explicación a todo lo que no comprendemos. Si no entiendo la realidad debe haber alguna magia o algún dios implicado en el proceso, los caprichosos dioses del viento o el rayo que recuperan su antiguo status. La ciencia y el conocimiento científico retroceden en vez de avanzar tomado su territorio por las antiguas y ya superadas supersticiones.
Pero casi más terrible que la conclusión es el argumento. El telespectador puede no creerse la teoría de Benítez, pero inconscientemente se queda con el proceso por el cual sacó la hipótesis, los científicos no han de ser tenidos en cuenta si sus conclusiones nos resultan incomprensibles. El modo de creación de pirámides nos parece difícil por lo tanto estamos capacitados para discutir con un arqueólogo sobre si se equivoca o no, aunque no creamos la hipótesis extraterrestre.
Esto queda quizá más visible en otro de los clásicos, la Sábana Santa y el Carbono 14. Es un sistema que lleva varios decenios en uso, que ha sido probado decenas de miles de veces, muchas de ellas con sistemas de datación independientes que confirman plenamente su validez. La gente que hace las pruebas son gente inteligente con una carrera a sus espaldas. Nada, no importa, Benítez se permite poner en duda la validez del método, y de nuevo sin investigar en ese tema, sin especializarse en la rama de la física correspondiente. No, simplemente no le cuadra con su teoría y por lo tanto dice en voz muy alta que el Carbono 14 puede no ser fiable. Y el telespectador se queda con la cantinela, si las conclusiones no me gustan puedo dudar del método, por más que éste haya sido probado.
El daño a la ciencia, al conocimiento científico es doble por tanto: La re-introdución del elemento mágico como explicación de todo aquello que no conocemos, y por otro lado, como segundo elemento, el desprestigio sobre el trabajo, las personas y los métodos de la ciencia.
Ese doble elemento de expansión de la incultura científica y el pensamiento mágico es la causa por la que un programa como el de Benítez me parece bochornoso, más aún si lo venden en parrilla como 'documental'.