Literalmente los he bañado en alcohol. Me explico:
En la parte de atrás de la casa tenemos una pequeña huerta, donde cuatro gatos medio-caseros medio-salvajes andan a sus anchas. No se dejan tocar ni por asomo, ni he tenido tiempo y paciencia para hacerles cambiar de opinión (lo habría conseguido, que a nadie le quepa duda)
Uno de esos gatos es macho, es blanco-crema con las puntas de las orejas, el hocico y las patas oscuros.
Otro es una hembra, pelo semi-largo gris oscuro y cara de mala leche.
Y... han tenido cuatro gatitos. Y cansado yo de no tener gatos por casa me he propuesto convencer a estos para que busquen mimos, así que los he ido venciendo por donde mejor se vence a un gato, por la comida, ahora ya se dejaban capturar, y uno de ellos (no sé si Zipi o Zape) ya ha descubierto lo divertido que es echarse boca arriba y dejar que te rasquen la barriga.
Pero... al hacer eso he encontrado, literalmente, docenas de pulgas escapando de mis caricias. Y claro, aún sabiendo que me odiarán por ello no he podido dejarles así... Y les ha caído un baño en mi regazo de un producto anti-pulgas de larga duración. He visto pulgas enredarse en mis pelillos de la barriga (que asco), aunque ya todas moribundas, mientras Zipi, Zape, Pixi y Dixi trataban furiosamente de alejarse del baño en ese producto tan horrible.
No he peleado demasiado, los he retenido hasta que estaban bastante secos, pero no los he retenido lo suficiente. Al final los he dejado y... los gatos se lamen, y cuando se lamen un producto que usa alcohol de disolvente el resultado es una cogorza... gatitos diminutos andando en eses y que han terminado tirados al sol sin la menor gana de moverse (ni siquiera para huir de mí, su torturador) Lo del sol tiene otra explicación, han pasado frío, efecto secundario de que se evapore el alcohol del pelo.
Decir que el resultado es bueno, hoy no tenían ni una pulga.
Para presentarlos en sociedad... Este es Zipi, o quizá Zape:

Y este Zape, o quizá Zipi:

Y este es... uno de los dos, Zape o Zipi:

Y esta es la madre de los cuatro:

Con cara de mala leche:

A Zipi (o Zape) le gusta jugar con las hojas de la parra:

En cambio Pixi (o quizá Dixi) es más tímido e intenta esconderse:

Su hermano gemelo estaba con los efectos de la cogorza durmiendo sobre una piedra, sin demasiadas ganas de posar:

En cambio Zipi (o Zape) tienden a divertirse:

O a exhibirse:

Incluso a dar sus primeros pasos en el divertido juego del acecho:

Su hermano... terminó por imitar a Pixi (o Dixi) y dedicarse a dormir al sol:

Pixi (o Dixi) decidió escapar de mí, por si acaso:

Su hermano no, hasta disfrutó de los mimos, pero porque se estaba de miedo allí tirado y no había ganas de moverse:

En la parte de atrás de la casa tenemos una pequeña huerta, donde cuatro gatos medio-caseros medio-salvajes andan a sus anchas. No se dejan tocar ni por asomo, ni he tenido tiempo y paciencia para hacerles cambiar de opinión (lo habría conseguido, que a nadie le quepa duda)
Uno de esos gatos es macho, es blanco-crema con las puntas de las orejas, el hocico y las patas oscuros.
Otro es una hembra, pelo semi-largo gris oscuro y cara de mala leche.
Y... han tenido cuatro gatitos. Y cansado yo de no tener gatos por casa me he propuesto convencer a estos para que busquen mimos, así que los he ido venciendo por donde mejor se vence a un gato, por la comida, ahora ya se dejaban capturar, y uno de ellos (no sé si Zipi o Zape) ya ha descubierto lo divertido que es echarse boca arriba y dejar que te rasquen la barriga.
Pero... al hacer eso he encontrado, literalmente, docenas de pulgas escapando de mis caricias. Y claro, aún sabiendo que me odiarán por ello no he podido dejarles así... Y les ha caído un baño en mi regazo de un producto anti-pulgas de larga duración. He visto pulgas enredarse en mis pelillos de la barriga (que asco), aunque ya todas moribundas, mientras Zipi, Zape, Pixi y Dixi trataban furiosamente de alejarse del baño en ese producto tan horrible.
No he peleado demasiado, los he retenido hasta que estaban bastante secos, pero no los he retenido lo suficiente. Al final los he dejado y... los gatos se lamen, y cuando se lamen un producto que usa alcohol de disolvente el resultado es una cogorza... gatitos diminutos andando en eses y que han terminado tirados al sol sin la menor gana de moverse (ni siquiera para huir de mí, su torturador) Lo del sol tiene otra explicación, han pasado frío, efecto secundario de que se evapore el alcohol del pelo.
Decir que el resultado es bueno, hoy no tenían ni una pulga.
Para presentarlos en sociedad... Este es Zipi, o quizá Zape:
Y este Zape, o quizá Zipi:
Y este es... uno de los dos, Zape o Zipi:
Y esta es la madre de los cuatro:
Con cara de mala leche:
A Zipi (o Zape) le gusta jugar con las hojas de la parra:
En cambio Pixi (o quizá Dixi) es más tímido e intenta esconderse:
Su hermano gemelo estaba con los efectos de la cogorza durmiendo sobre una piedra, sin demasiadas ganas de posar:
En cambio Zipi (o Zape) tienden a divertirse:
O a exhibirse:
Incluso a dar sus primeros pasos en el divertido juego del acecho:
Su hermano... terminó por imitar a Pixi (o Dixi) y dedicarse a dormir al sol:
Pixi (o Dixi) decidió escapar de mí, por si acaso:
Su hermano no, hasta disfrutó de los mimos, pero porque se estaba de miedo allí tirado y no había ganas de moverse:
01:00 del 2004-09-28 #
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