Y con un público así todo es más fácil, el primer acto lo han llevado nuestras estrellas de carcajada en carcajada. Luego ha venido una nueva actuación del mago y se han seguido riendo. Segundo acto y se nos han dormido un poco, naturalmente culpa mía pero un sonoro taco final por mi parte ha servido para despertarles, luego tercer acto con buenas vibraciones al final. A pesar de que la racha con esta hora era horrible este punto y final ha estado a gran altura.
Me fui despidiéndome de todos con una enorme sonrisa en la cara, tarareando una de las músicas de la obra, y casi lamentando que se acabase la cosa aquí. Para el mes extrenan la nueva obra, de la que yo me fui por problemas de tiempo. Una parodia de Romeo y Julieta divertidísima.
Había pensado en poner aquí alguna foto, Blagdaros nos sacó algunas en la penúltima actuación, pero tras verlas he quedado alucinado, dios que feo y que horrible actor soy, ¡mi gesticulación corporal no da ni para una sóla instantánea de la que sentirme orgulloso!
Por cierto, de lo de hoy, también hablará, supongo, Unanada. Para ella, como para mí, también ha sido la última actuación con esa compañía teatral, en mi caso atrás quedan un par de años nada más, pero en el suyo queda toda una historia.