Una chica de Jersey: La última de Kevin Smith, que me dejó una sensación extraña, por un lado parece que la vena provocadora se le ha ido a este hombre, analizada friamente no es más que otra comedia romántica al uso, muy lejos de la brillante Dogma e incluso de la no menos provocativa Persiguiendo a Amy (que son sus dos películas que más me han gustado) Pero por otro lado me dejó un ragustillo agradable, una sensación de que me han contado las mismas cosas de un modo muy diferente, para empezar esta película entra dentro de lo que algunos denominan (y detestan) peli con niño. La niña es protagonista principal, y lo cierto es que no es que sea una actriz brillante, no sé por qué la han seleccionado, a no ser que el casting lo hiciesen con la escena de la obra escolar (donde sí lo hace bien). A su favor su minúsculo tamaño, lo que mejora muchísimo el contraste niña-padre (que con una chica mayor no se notaría tanto) y da sentido a la película. Se le perdonan sus limitaciones artísticas.
Tampoco el resto de actores son santo de mi devoción: Ben Affleck cumple en su papel, pero a pesar de sus buenos diálogos no me hace reír, Jennifer López sigue siendo una actriz horrible que no aporta nada a la película salvo explicar por que la hija de un guapo rubio tiene tal cara de mexicana, y Liv Tyler a quien nunca he encontrado guapa, se ve muy limitada por un personaje demasiado plano, sin trasfondo. Lo mejor probablemente el trío de viejos que forman la cuadrilla del ayuntamiento, brillantemente caricaturescos.
Por otro lado hay momentos de diálogo que ciertamente son increíbles, la pelea padre-hija, con la frase final, es impactante, casi brutal. Como brillante es la primera entrevista de trabajo o la escena en que el protagonista la caga ante la prensa. Por otro lado me gusta el final aunque suene muy tópico, peor hubiese sido un final en el que no tuviese que elegir y consiguiese las dos cosas.
Y no deja de ser divertido, lo reconozco, que este hombre consiga que actores conocidos hagan minipapeles en sus películas. Aquí incluso Will Smith está brillante autoparodiándose y me hace gracia también ver, como casi siempre, a Matt Damon apareciendo durante menos de diez segundos en pantalla.
No es desde luego lo mejor de Kevin Smith, pero este director haciendo una mala comedia romántica lo hace mejor que la mayoría de los directores de comedias románticas (género del que, como mis lectores habituales -sí, ése mismo- saben, no reniego en absoluto)
Tras esta película cayó un clásico de la ciencia ficción más clásica: La guerra de los mundos: Diálogos pedantes, héroes clásicos y chicas que necesitan ser protegidas, la iglesia y el ejército organiznado la resistencia, muchas imágenes de poder militar y muñecos de cartón piedra para una película hecha en 1953, en plena guerra fría. A pesar de ello se deja ver con un cierto agrado para un amante del género, es posible que los marcianos hayan sido reconvertidos en símbolos de los comunistas (lo que desde luego no estaba en el libro original) pero si fue así el espectador de hoy en día dudo que capte las claves, afortunadamente el medio siglo que ha pasado desde su filmación, y el hecho de vivir en Europa, hacen que los simbolismos (si los hay) puedan pasar desapercibidos y se pueda disfrutar sin más inconvenientes, si uno disfruta con ese tipo de películas claro.
Y tras ver una comedia y una película de ciencia ficción me decidí por ver un híbrido: Starship Troopers II, que la verdad, no sé si ha ha llegado ya a nuestros cines o alguien ha tenido la brillante idea de pasar de ella. Es grotesca, patética, militarista, facha, carece de efectos especiales o emoción que la justifiquen como película de acción, y la trama es una copia casi inalterada de Alien (marca con el ratón si quieres ver a qué se parece, pero aviso que te reviento la trama) Los personajes son patéticos, las motivaciones inexistentes, y lo único salvable de la película son los desnudos de la rubia, que no duran más de unos segundos. La moralina del héroe es para escojonarse: Las leyes son el refugio de los cobardes, aunque me gustó la otra No te fíes de los oficiales, su trabajo es que tú mueras. Es de las pocas películas que han ido directamente a la papelera tras su visionado, normalmente las guardo más por coleccionismo que por que crea que vaya a volver a verlas, pero esta no vale ni el coste de un CD. La quise ver como parodia que es el único modo de verla, pero ni así.