Y ha sido hermoso, sigue siendo una experiencia conmovedora, creo que volveré a mirarlo de nuevo aunque sin preocuparme tanto el como he de verlo o si quiero contarlo más tarde, simplemente mirarlo e imaginarme lo lejos que está, los millones de soles que hay ahí, y la suerte que tengo de que se hayan colocado en mi cielo para dibujarme figuras. Quizás mi sol sea la cola de un cuervo para un joven de algún remoto planeta de alguna de esas remotas estrellas.
Recomiendo mirar las estrellas, sin más, simplemente porque son hermosas.