Ayer publiqué un alegato pro-correcta-ortografía, un tema en el que he insistido últimamente en varios foros distintos.
La gente que me conoce de años atrás sabrá que defendí también que hubiese una correspondencia biunívoca entre fonema y letra, de forma que desapareciese la uve, la hache y que la ge quedase sólo para el sonido 'débil' (el de 'ga') y evitar los líos con la ce, la doble ce, la zeta, la ka y la cu.
Soy de los que creen que es mejor dedicar el tiempo a saber que escribir que a saber como hacerlo, y he perdido demasiado tiempo en mi edad escolar tratando de memorizar si tal o cual palabra se escribía con be o con uve.
¿Es eso incoherente con lo que escribía ayer? Pues sí y no, personalmente me gustarían las medidas descritas arriba, pero tomadas por consenso y universalizadas, en unos meses ya me habría olvidado de en qué variación ortográfica estoy utilizando, seguro.
Pero mientras no se dé ese consenso prefiero no admitirlo, porque me cuesta leerlo, y porque cada autor utilizará una variedad ortográfica distinta.
Hasta aquí lo coherente, pero, sé que no se dará ese paso si no hay un movimiento global que lo solicite, quizás con mi protesta de ayer está atacando el movimiento que llevará la correspondencia ortográfica-fonética a la RAE.
Esta reflexión es sólo aplicable al uso de la k, otras opciones como cambiar la sílaba 'por' por la letra equis, o pasar completamente de signos de puntuación, o de los espacios entre palabras, ya no me parecen aceptables bajo ningún aspecto.