Por lo demás, lo de siempre:
Durante una reunión mantenida este lunes con Rouco Varela y otros obispos
El Papa critica duramente la política social del Gobierno de Zapatero
El Papa con Rouco Varela en 2003.
Agencias
24/01/05, 16.05 horas
El Papa ha denunciado este lunes que en España se está difundiendo un laicismo que está promoviendo un desprecio por la religión y que está llevando a la restricción de la libertad religiosa.
El Sumo Pontífice realizó estas manifestaciones en el discurso que dirigió a un grupo de obispos españoles, encabezados por el cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, que se encuentran en el Vaticano en visita "ad limina", la que tienen obligación de hacer todos los prelados del mundo cada cinco años.
Durante la reunión, el Papa ha repasado las últimas medidas del Gobierno de Zapatero, al que ha acusado de "difundir una mentalidad inspirada en el laicismo hasta promover un desprecio hacia lo religioso". El Papa también ha mostrado su rechazo al matrimonio homosexual, a la ampliación del aborto y al Plan Hidrológico Nacional.
Asimismo, Juan Pablo II ha afirmado que no se pueden arrancar las raíces cristianas de España ni cercenar la libertad religiosa. Respecto a esta cuestión, el Papa ha añadido que los padres tienen derecho a elegir la enseñanza religiosa para sus hijos en la escuela, que debe ser garantizada por el Estado.
"En España se va difundiendo una mentalidad inspirada en el laicismo, ideología que lleva gradualmente de forma más o menos consciente a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso, relegando la fe a la esfera de lo privado y oponiéndose a su expresión pública", afirmó el Obispo de Roma en su discurso.
Educación religiosa
El Papa considera que la juventud española debe tener derecho desde el comienzo de su proceso de formación a ser educada en la fe.
"La educación integral de los más jóvenes no puede prescindir de la enseñanza religiosa en la escuela, cuando lo pidan los padres, con una valoración académica acorde con su importancia. Los poderes públicos tienen el deber de garantizar ese derecho de los padres", manifestó Juan Pablo II.
Junto a la cuestión de la educación religiosa, la Iglesia española también ha expresado su oposición al proyecto de ley de matrimonio entre homosexuales, a la ampliación de la ley del aborto y a nuevas normativas sobre bioética y experimentos con embriones que forman parte del programa con el que el PSOE llegó al poder.
Durante su reunión con los obispos, el Santo Pontífice también ha mostrado su preocupación por esos temas, insistiendo "en el respeto de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural", la protección del matrimonio y de la familia, la educación de los hijos y la defensa del nombre de Dios y de la religión.
El Papa hacía mención así a rechazar la contraconcepción. Este llamamiento llega días después de la polémica abierta por las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, a favor del uso del condón para luchar contra el sida, rectificadas posteriormente por la Iglesia.
En su discurso ante los prelados, Juan Pablo II abordó otros temas sociales como el problema del agua, en referencia directa al Plan Hidrológico Nacional. El Papa aseguró que dicho plan está llevando a la confrontación social por un recurso natural, "que es un bien común que no se puede despilfarrar ni olvidar el deber solidario de compartir su uso".
La ’unidad’ de España
El Santo Padre también se detuvo en su mensaje a Rouco Varela en la cuestión de la "unidad" de España, afirmando que "la diversidad de pueblos, con sus culturas y tradiciones, lejos de amenazar esta unidad, ha de enriquecerla desde su fe común". "Y vosotros, en cuanto sucesores de los Apóstoles, tenéis que esforzaros en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz", indicó a los obispos españoles.
Respecto a la situación de la Iglesia Católica en España, el Papa dijo que los informes presentados por los obispos durante estas visitan reflejan una seria preocupación por la vitalidad de la misma. Así, les instó a "mantener y acrecentar la unidad", y que la diversidad de pueblos con sus culturas y tradiciones, lejos de amenazar esa unidad, ha de enriquecerla.
Juan Pablo II concluyó su mensaje afirmando que España "es tierra de María".
Fuente: http://www.periodistadigital.com/secciones/espana/object.php?o=43075
No entiendo dos cosas, el por qué la religión debe puntuar, se va a mantener en la escuela, pero no veo la razón para que puntue. Como todos los niños que van a religión son buenos cristianos, no neceistarán el aliciente de la nota para aprender el catecismo, será la única asignatura que estudiarán con alegría y devoción aunque no cuente para aprobar o suspender curso ¿no?
Y tampoco termino de entender el por qué la unidad de España o su confederación es asunto de la iglesia, aunque hay que reconocer que su franquista postura de 'Una, grande y católica' ha quedado bien enmascarada...