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Adelantémonos a Sirius y vayamos a la casa de los Potter. Colagusano ha destapado su escondite a Voldemort, que no pierde un sólo segundo y decide ir esa misma noche a matar al niño de la profecía (recordemos que él la conoce, pero sólo a medias). Si fuerais Voldemort y se os presentara un ser como Colagusano, al que habéis corrompido hace poco para que espíe para el bando oscuro, ¿qué haríais? Los seres malignos están más acostumbrados a las traiciones y actos rastreros, no se fían a la primera del primero que se les presenta. Aunque Colagusanos diga la verdad, puede ser una trampa preparada sin saberlo. Por otra parte, la información es demasiado valiosa de resultar cierta. Decide ir él mismo, pero con un seguro: se lleva a Colagusano (quizás alguien más, no se sabe, ¿Lucius?, pero sólo actuará en caso de que sea una trampa). El traidor Colagusano se presenta en casa de los Potter, que le abren la puerta sin desconfiar. Entra... y con él aparece Voldemort. James y Lily sólo piensan en una cosa: salvar a Harry. La madre se lanza escaleras arriba a toda velocidad, mientras James trata de ganar tiempo. James muere. Voldemort llega al cuarto del niño. Lily trata de proteger a Harry, interponiéndose en él camino de Voldemort. Voldemort no trata de matar a la mujer, en un principio, pero finalmente no le queda otra opción. Lily muere. Solos Harry y Voldemort, las cosas no parecen funcionar del modo en que deberían. Harry sobrevive, gracias a la protección de su madre (y quién sabe qué más). Voldemort resulta 'ligeramente' perjudicado y desaparece de la escena, llevándose media casa consigo. Abajo, Colagusano, nervioso, ha estado esperando el resultado de su canallada. La explosión le deja un tanto confuso, pero los escombros le ocultan a la vista.
¿Cómo consigue Dumbledore enterarse de todo esto? Quizá el otro misterioso observador decide que es el momento de cambiar de barco, antes de que se hunda. Teniendo en cuenta la relación de Lucius con el Ministro, es muy probable que fuera él mismo el delator de lo sucedido. Desaparece del Valle de Godric, pensando que Voldemort ha caído, y se presenta en el Ministerio con una historia: Voldemort, mediante un poderoso hechizo, le obligó a acompañarle a casa de los Potter, para ayudarle en caso de apuro. Al cabo de un tiempo, una tremenda explosión lanza por los aires la casa James y Lily. Supuestamente, Lucius 'despierta', piensa que el autor de la maldición ha desaparecido y como un buen ciudadano, va derechito a denunciar lo ocurrido.
El 'buen samaritano' quizás oyera el llanto de un niño antes de salir de allí, porque Dumbledore, informado inmediatamente de lo ocurrido, se pone en marcha. Manda a Hagrid al lugar del suceso y le ordena recoger al niño, si sigue vivo, de entre los escombros y llevarlo inmediatamente a Privet Drive. Sabe que Hagrid le será leal hasta la muerte, y que en su cabezonería, no le confiara la preciada carga a nadie. Dumbledore sospecha inmediatamente de Sirius y decide ir a buscarlo.
Pasa un día entero entre el atentado a los Potter y la llegada de Hagrid y Harry a casa de sus tíos. Dumbledore va descubriendo a su paso que la noticia ha corrido por todas partes como un reguero de pólvora: las fiestas se multiplican (el ministerio no es un lugar donde algo así se mantenga en secreto mucho tiempo).
¿Y Sirius dónde se ha metido? Le dejamos volando a toda velocidad desde el escondrijo de Colagusano hasta la casa de sus amigos. Para cuando llega, es demasiado tarde. Ellos han muerto. Hagrid ha llegado a recoger a Harry de entre los escombros antes que él (¿?). Pero algo llama su atención: un chillido de la rata, que ha despertado y trata de huir. Hagrid no se entera de nada, y Sirius no tiene ni la paciencia ni ganas de explicarle nada. El niño tiene que salir de allí cuanto antes, no sea que aparezca una horda de mortífagos para acabar el trabajo. Le da su moto a Hagrid y decide aplastar con sus propias mano al sucio traidor, ya no la necesita: está ahí mismo.
Colagusano consigue escapar unas cuantas horas de Sirius, hasta que éste finalmente le arrincona en una calle muggle, a plena luz del día. Colagusano, desplegando unas aptitudes teatrales desconocidas, representa la pequeña comedia en la que el cazador resultar cazado. Finge su muerte, cargándose a un montón de muggles que tuvieron la desgracia pasar por allí, y escapa por las alcantarillas transformado en rata.
Sirius ha quedado anonadado. No reacciona durante unos minutos, pero conforme va entendiendo el alcance de lo sucedido, la histeria se apodera de él. La ironía es terrible y ríe como un loco, hasta la llegada de la fuerza especial, que le atrapa sin que él oponga resistencia. ¿Por qué iba a resistirse? Él no es culpable de haber entregado a los Potter, pero sí es responsable del error con el que pagaron sus vidas. En cualquier otra circunstancia, por lo menos tendría que haber ido a declarar. Ahora, con un Fudge débil, la gente envalentonada por el giro de los acontecimientos, y un Barty Crouch que ha sobreestimado su labor como guardián de la seguridad mágica, Sirius es enviado directamente a Azkaban sin juicio.
Como veis (si seguís despiertos), la secuencia temporal parece un tanto confusa por momentos. Esto es lo mejor que he podido sacar en claro con lo que sabemos hasta ahora. Se aceptan explicaciones mejores ;)
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