En el segundo tiempo, pues más de lo mismo. Ni Rijkaard (¿cómo demonios planteó este partido?) ni los jugadores sabieron leer el encuentro.
Es triste que no tuvieran la sabiencia necesaria. Ni el entrenador, ni los jugadores, ni el periodista.
Es triste que no tuvieran la sabiencia necesaria. Ni el entrenador, ni los jugadores, ni el periodista.
19:37 del 2005-04-10 #
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