Linux, y en general el soft abierto es la demostración real de que hay gente capaz de gastar su tiempo y sus energías en crear algo para todos los demás, sin esperar nada a cambio, por el simple placer de hacer que el mundo vaya un poco mejor, o por ser capaz de mejorar algo que otro hizo, o... Y encima hacerlo de forma colaborativa, participar en grupos de trabajo para hacer algo en común para recompensa de todos y sin beneficio para nadie.
¿Comunismo? No, yo lo defino más como Anarquismo (dado que las estructuras son muy ténues y son más coordinación de participantes que cadenas de trasmisión.
Seguro que los linuxeros de derechas sienten ganas de darme de palos y demostrar con mil matizaciones que ni Guillermo Puertas ni yo teníamos razón.