En mi caso no es cierto, le critico lo de ex-terrorista, le critico lo de haber creído que matar era razonable para conseguir algún fin, le critico haber sido alguien a quien la vida de los demás no le importaba. Si creyese que es terrorista, o si tuviese que evaluar la opinión de un terrorista, simplemente lo ignoraría.
No le voy a negar su reinserción (como otros que piden la pena de muerte o la cadena perpetua para los etarras, y que a menudo coincide que son fans de Pío Moa) pero es alguien que YA ha demostrado que puede ser un fanático, tanto como para permitir que la ideología en la que creía le hiciese pensar que era razonable matar. Si en su momento creía que para defender sus ideas era aceptable matar ¿No es razonable que yo crea ahora que para defender sus ideas actuales es razonable mentir? ¿Es razonable creer que Luis Roldán mentirá de nuevo si eso le favorece? Me temo que el asesinato y el robo previos son razones suficientes para dudar de la credibilidad de alguien. Al menos en mi caso.
Eso nos lleva a otro lado, yo creo que miento, ¿He de probarlo? ¿He de demostrar sus mentiras indicando dónde las ha hecho y por qué?
La respuesta instintiva es sí. Uno ha de comprobar las fuentes antes de rechazar el trabajo de un 'experto'. Ahora bien si mañana me dicen que un científico de Salamanca ha logrado la teoría de la gran unificación o la fusión fría ¿He de creerlo? Si rechazo eso y me presentan un trabajo suyo demostrándolo ¿He de indicar los errores? Yo no soy un experto en física cuántica ni en física nuclear, no podría hacerlo. La forma de fiarme de una afirmación como esa es viendo como encajan el resto de expertos en su campo las nuevas aportaciones y mientras tanto evaluar la fiabilidad del ponente viendo sus trabajos anteriores y sus publicaciones.
Dicho de otro modo, si quien lo dice es alguien de reconocidísimo prestigio en física nuclear con multitud de aportaciones científicas reconocidas y publicaciones en revistas prestigiosas, hay que empezar a sospechar que es cierto, y validarlo cuando otros científicos y otros laboratorios confirmen los experimentos. Si lo dice alguien sin 'pedigrí' científico hay que empezar por dudarlo y confirmarlo cuando otros lo desmientan con sus procedimienos.
En historia, supongo, que no es exactamente así, en primer lugar es discutible que sea ciencia en sentido extricto, ya que veo complicado el diseño de experimentos y su validación. Pero eso no quita que sea una disciplina del saber que requera de una extricta metodología y el mayor rigor posible. Desgraciadamente hemos visto y comprobado que es una disciplina que también admite muchísima manipulación en función de la ideología del historiador, ya que existe una importante cantidad de juicio moral en los libros de historia, sobre todo en temas como la guerra civil española y con autores como el propio Pío Moa. En ese sentido, la credibilidad que el autor nos merezca tiene mucho que ver con la confianza que su trabajo nos ofrece.
Ahora bien ¿Dónde nos deja eso a los no expertos? Pues nos deja evaluando la credibilidad del autor, su metodología, su reputación como historiador y sus trabajos previos en investigación histórica.
Bien, en cuanto a metodología ¿Cuánto tiempo ha dedicado un hispanista medio a un libro? ¿Cuantos libros han publicado los grandes hispanistas? Por lo que veo los Thomas, Jackson, Carr y Paine llevan una buena parte de su vida investigando un tema, y publican algunos libros a lo largo de ese tiempo. ¿Cuántos libros ha publicado Pío Moa en los últimos cinco años? Se pueden buscar expicaciones un tanto creíbles, alguna casi posible, ninguna probable, a tal manera de sacar libros como churros. Pero en general uno sospecha que para publicar a ese ritmo ha de usar una metodología cuando menos muy discutible.
¿Cual es la baza que expone? Pues el 'he leído cosas que nunca nadie había leído antes'.
Algo que me trae reminiscencias de otros autores populares. En efecto, a mí ese tipo de afirmaciones me recuerda a las aportaciones arqueológicas de J.J.Benítez, quien sin ser arqueólogo se permite el lujo de ir a un lugar, estar dos meses, y volver diciendo que su trabajo de campo le ha permitido descubrir cosas que nadie había visto jamás. Benítez es un fraude, es alguien que no es arqueólogo enmendándole la plana a gentes que llevan una vida dedicadas a un único tema, es alguien que dice saber más de las pirámides con dos o tres visitas cortas que egiptólogos que han dedicado su vida a ello. Benítez va en busca de cualquier cosa que defienda su teoría y descarta o manipula cualquier otra que podría refutársela, que no contrasta sus datos con nadie, que tiene métodos propios que no forman parte de los métodos reconocidos en ciencia ni arqueología. En suma Benítez es alguien que no es un arqueólogo y que habla de arqueología, y que también suelta eso de 'allí estábamos donde nadie había estado antes'. ¿Se puede hacer el paralelismo de convertir a Pío Moa en el Benítez de la historia de la república? Mmmm, cuando menos tentador.
Pío Moa, aparte de sonarme a vendedor de crecepelo como Benítez, dice cosas que que otros autores dicen que no es cierto, que esos archivos ya habían sido vistos por otra gente y que, de hecho, casi todas sus referencias son a libros anteriores.
Su otro gran argumento es que haber estado dentro de la extrema izquierda le ha permitido conocer sus mentiras. Bueno, eso no es un argumento, eso no es decir nada, más allá de un meme destinado a que lo reproduzcan sus fans y lo suelten como si decir eso le diese la más mínima autoridad. Eso es no decir nada, pero de forma que refuerce su imagen ante sus fieles.
Y voy terminando ya: Tenemos a alguien que era lo suficientemente fanático como para matar por sus ideas 'izquierdistas', y que ahora dice que se ha convertido y es el derechista más de derechas de España, con lo cual cuando menos hay que tomarnos con pinzas lo que dice. Por otro lado es alguien que saca libros como churros (cada pocos meses) y que aparentemente se salta las metodologías usuales, que no tiene formación como historiador, que no tiene publicaciones ni trabajos previos a lo largo de su vida que lo avalen como investigador de la historia y cuyas conclusiones van contra la de la mayoría de hispanistas nacionales y, extranjeros.
A mí eso me parece, a priori, una fuente no fiable para informarme.