Es, hasta el momento, el episodio que más me ha gustado en la serie, y el diálogo cuasi final entre Buffy y Angel es la demostración de que además de dar tortas ambos actores saben actuar.
Y sobre todo que el guionista de esta serie tiene momentos de enorme inspiración.
Definitivamente me gusta la historia de la cazadora, sigo viendo la tercera temporada.