“Europa dejó solos a los españoles en un gesto de traición contra la democracia que costaría muy caro a todos los europeos”.
Las palabras fueron pronunciadas hoy por el presidente de la eurocámara, el socialista Josep Borrell. 70 años más tarde se reconoce el error de dejar caer España en manos del fascismo en un fracasado intento de evitar la 2ª guerra mundial. Algunos historiadores creen, y yo comparto la creencia, que hubiese sido mejor para Europa que la guerra europea empezase en el 36, con la entrada de Francia y el Reino unido apoyando al bando republicano que se defendió del golpe de estado del fascista Franco. Es cierto que Alemania habría entrado también en guerra y probablemente también Italia, pero al final entró de todos modos en el 39. En esos tres años, fue la propia Alemania la que más se militarizó, en el 36 aún no era tan fuerte. Quizás en el 36 se le habría podido contener con unas pocas menos muertes
España fue sacrificada al dejarla sóla, pero el error lo pagó toda Europa al enfrentarse a un Hitler aún más fuerte tres años más tarde (en 1934 se produjo la noche de los cuchillos largos, donde Hitler se hizo con todo el poder de modo definitivo, la noche de los cristales rotos, el inicio del holocausto judío (y eslavo, y gitano, y homosexual, y...) se produjo en 1938. En 1936 Alemania estaba mucho menos preparada para la guerra de lo que lo estaría en 1939. En 1936 quizás habría sido otro tipo de guerra mundial.
“Europa dejó solos a los españoles en un gesto de traición contra la democracia que costaría muy caro a todos los europeos”.
70 años más tarde, eso es lo que Europa ha reconocido con esa simple frase del presidente de su parlamento. Puede que sólo sea un gesto, puede que no arregle nada, pero es bueno ver que por fín se ha dicho para que las próximas generaciones lo tengan presente.
15:38 del 2006-07-04 #
18 Comentarios
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De: Akin |
Fecha: 2006-07-05 20:44 |
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Por refrendar con algo mis palabras, de la wikipedia:
Concluida la Guerra Civil el 1 de abril de 1939, se produjo el exilio de miles de españoles al extranjero y se desarrolló una amplia política de represión sobre los vencidos, con fusilamientos, encarcelamientos y condenas a trabajos forzados en obras hidráulicas como pantanos y canales de riego (como en La Corchuela, Canal del Bajo Guadalquivir), ferrocarriles, construcción del monumento del Valle de los Caídos y otros.
El 4 de septiembre de 1939, España se declara neutral en la II Guerra Mundial que acaba de comenzar. Más tarde cambiará ese estatus a no-beligerante en favor del Eje, el 12 de junio de 1940, para volver a neutral el 3 de octubre de 1943, cuando ya se iba perfilando la victoria aliada.
La entrevista que tuvo lugar con Hitler en Hendaya, el 23 de octubre de 1940, ha sido motivo de disputas: unas versiones dicen que el dictador alemán le presionó para que entrase en la nueva contienda, después de la ayuda prestada durante la Guerra Civil, pero que Franco arguyó que España no estaba en condiciones de entrar de nuevo en guerra. Sin embargo, otras fuentes sostienen que Franco deseaba entrar en la guerra, aunque a cambio de ocupar las posiciones francesas en Marruecos, pero que Hitler se negó a pagar este precio para no perjudicar sus relaciones con el régimen colaboracionista francés de Vichy. Existe otra versión combinación de las dos anteriores: había en el entorno de Franco dos posturas, la de los falangistas, que querían entrar en la guerra al lado de las potencias fascistas, y la de los católicos y los militares, que querían la neutralidad. Esta última postura fue plasmada por escrito en un informe del hombre de confianza de Franco, Luis Carrero Blanco. Ante ello, Franco se decantó por el informe de Carrero, y para no decir no a Hitler, le exigió condiciones imposibles de cumplir, entre otras la ocupación de todo Marruecos, pero también entregas de armas y aviones de los que Hitler no podía prescindir.
Resultados similares tuvo la entrevista celebrada por Franco con Mussolini en Bordighera Italia, aunque en este caso el interés de Mussolini por la participación española fue menor.
En cualquier caso no llegaron a un acuerdo, por lo que España no entró oficialmente en esta guerra. Sin embargo, Franco "permitió" que "voluntarios" (no olvidemos que nos situamos en un periodo dictatorial) españoles partiesen para apoyar a Alemania en su invasión de la Unión Soviética a través de la División Azul en el frente ruso. Asimismo, existió una amplia tolerencia (incluso colaboración) ante la actuación de los agentes del Eje, principalmente alemanes, en España. Esta colaboración permitió a los ingleses efectuar la Operación Mincemeat, conocida por la novela y película El hombre que nunca existió para poder efectuar el desembarco de Sicilia con poca oposición alemana.
Este apoyo fue la causa, tras la derrota nazi en 1945, de que la recién creada ONU rechazara el ingreso de España y recomendara a sus miembros la retirada de sus embajadores en 1946. El pueblo español sufrió las consecuencias del aislamiento que le impusieron al régimen naciones como Gran Bretaña y Estados Unidos, que no veían con buenos ojos la pervivencia de un régimen fascista en Europa. Solo Argentina, gobernada también por un sistema dictatorial, firmo un tratado de relaciones comerciales en enero de 1947.
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