Por su parte, la ONG Human Rights Watch ha asegurado en Beirut que no se puede catalogar de "simple accidente" la matanza de Qaná, ni acusar sólo a Hezbolá de este hecho. Además, ha señalado que "pareciera que el Ejército convierte en objetivo a los civiles de manera deliberada". "En algunos casos", añade el comunicado de esta organización, "estamos hablando de crímenes de guerra".
Pero bueno, sigamos dando largas al asunto mientras Israel sigue su particular carnicería, que para cuando lleguen las fuerzas de interposición ya no habrá milicianos de Hezbolá en el sur del Líbano, ni libaneses.