Una de dos, o eres de e-diciones y por lo tanto parte, o no tienes manera de saber si lo que afirmas es o no cierto.
Yo por mi parte, la credibilidad se la otorgo a Fernando*, porque hace mucho que comenta por aquí, mucho tiempo que leo su blog, y con todo ello ya sé a lo que atenerme con él.
En cuanto a lo que defienden, es sobre un estudio hecho en EEUU, y no tengo ni idea de si es extrapolable a España (y dudo que el traductor tenga más idea que yo sobre el tema). Por ahora sé que alguien lleva la contabilización de mujeres muertas a manos de su pareja o ex-pareja, y es una cifra tremenda. No sé si lleva alguien la cifra contraria, la de hombres muertos por su pareja o ex-pareja, la última vez que vi un dato por el estilo creo que la cifra era de 32 mujeres asesinadas hasta ese momento y 4 hombres. 8 de cada 9 muertes por violencia sexista era mujer. No sé si esa proporción se mantiene a final de año, en todo caso dudo que varíe mucho,y que es un dato fácil de obtener.
El omitir ese simple dato pues ya demuestra un cierto fraude por parte del autor del artículo. Simplemente oculta un dato clave porque no es favorable a su tesis. Es, como poco, intelectualmente deshonesto, y desacredita completamente al susodicho.
Por otro lado, Glen Sacks, el autor del artículo original, es uno de esos periodistas que ha encontrado un público al que le dice lo que quieren oír. Por lo que he visto, buena parte de sus artículos son más que cuestionables, al menos en la parte que yo puedo evaluar; lo que me hace cuestionarme bastante sobre su metodología en aquello que no puedo confirmar. O dicho de otro modo, no le doy credibilidad: parece alguien que gana popularidad escribiendo lo que los anti-feministas (incluso diría que los anti-igualitaristas) quieren leer, le da igual si sus conclusiones son correctas o no.
Por último, uno no puede sino mirar por qué se discute ahora la evidente violencia sexista, y el propio autor nos da la clave, porque darle protagonismo a esa violencia ataca el matrimonio. Eso, traducido, significa que en opinión del autor es más importante que se mantengan más matrimonios que impedir esa sangría de muertes.
Queda todo dicho, estamos ante lo que yo decía, un simple nacionalcatolicista que añora los viejos tiempos de 'la mujer en la casa con la pata quebrá'.
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