Desde un primer momento, la autora ha planteado el tema como un contraste entre la ilustración y sus valores de libertad, tolerancia, igualdad, etc... que representaba el maestro de escuela republicano, quien además era en muchísimas ocasiones una persona religiosa; y los valores conservadores absolutamente feudales: sumisión, machismo, obediencia, intolerancia contra los no cristianos... que representaba el cura del pueblo. Parece mentira que tengamos que decir que bien entrados los años 30 del siglo pasado, se estaba produciendo un choque entre los ideales de la ilustración, que había recorrido Europa durante el siglo XVII y XVIII y los ideales del feudalismo, régimen político-social que se implantó en Europa el siglo IX.
La entrevista, y las posteriores llamadas posteriores de los oyentes, han terminado por emocionarme por aquella oportunidad perdida de tener una educación libre y laica, y han vuelto a cabrearme por ver la enorme oportunidad perdida con aquella república y el tremendo paso atrás (de un siglo al menos) que supuso la dictadura nacional-católica en el sistema educativo y social. Hoy, 70 años más tarde, seguimos teniendo un sistema rural cuasi-feudal en el sur del país (¿Verdad que sí señora?), y seguimos sin tener una escuela laica.
Valores de democracia, tolerancia, igualitarismo... ¿Debieran ser universales verdad? No lo eran entonces y no lo son ahora. Si hace 70 años muchos maestros fueron fusilados por trasmitirlos, ayer mismo el Arzobispo de Granada llamaba ¡A la desobediencia civil! contra una asignatura llamada 'educación para la ciudadanía' que pretende trasmitir esos mismos ideales. Tantos años y más años diciendo que en los colegios ya no se enseñaban valores y cuando se pretende enseñar aquellos que no son más que la plasmación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (exponente último de los valores universalmente aceptados, que no respetados) la Iglesia monta en cólera porque entienden que son ellos quienes deben tener el monopolio de trasmisión en la escuela, únicamente los suyos, obviamente. Sí, respetaría que alguien me diga que no se deben trasmitir valores, es una opinión muy defendible, pero no respeto que alguien diga que en la escuela no se deben trasmitir valores y que ellos exijan un aula y un sueldo en los colegios para trasmitir sus dogmas cristianos.
70 años después del fusilamiento de los maestros por pretender enseñar el laicismo, el igualitarismo, la democracia, la tolerancia... 70 años más tarde, la Iglesia vuelve a demonizar la enseñanza de la ilustración en la escuela. 70 años más tarde tenemos que volver a batallar por la lucha entre la ilustración y el feudalismo que representa lo más rancio del nacional-catolicismo. Cuando menos es desalentador. Al menos esta vez no van a fusilar a los ilustrados, algo hemos avanzado.
Y antes de que se me pase: En Diario de un transeúnte se hacen eco de la presentación del libro el próximo 23 de este mes en Madrid, id a este enlace para más detalles. El acto parece que va a ser muy emotivo.
Me gustaría por último, enlazar el relato de Manuel Rivas titulado La lengua de las mariposas. Para quien no haya podido leerlo: va... de un niño que tiene un maestro.