Ángel, sobre si había riesgo para la vida de De Juana o no, y si era factible o no mantener la alimentación forzosa, ni tú, ni yo, tenemos remota idea.
Quien tenía que pronunciarse sobre eso ya lo hizo y su respuesta fue rotunda: había riesgo para la vida si se iniciaba un nuevo ciclo de alimentación forzosa. Quienes así se pronunciaron fueron los médicos que tenían la responsabilidad de alimentarlo de ese modo. Y si ellos dicen que había riesgo, no eres nadie para llevarles la contraria.
A no ser que me digas que eres médico y tenías acceso al parte clínico.
Si no es así, simplemente estás insultando a los profesionales que lo atendían. Allá tú, yo desde luego no cometeré jamás ese atrevimiento, y seré duro con quien lo haga.
Aquí, por atacar al gobierno, ya todo vale, desde poner en tela de juicio a jueces y fuerzas de seguridad del Estado (como en el juicio del 11M y las teorías conspirativas) hasta poner en tela de juicio a los médicos que atendían a De Juana.
Y por ahí no paso.
En cuanto a los derechos fundamentales: cada vez que se habla de democracia se recuerda que es el derecho a votar, pero hay una segunda pata que define la democracia y es el derecho a ser votado. La posibilidad de que cualquiera pueda presentarse a una votación. Sin eso, la democracia es coja, y se producen insultos al término como los que decían que la URSS era democrática porque la gente votaba entre los candidatos que proponía el Partido Comunista. Aquello no era una democracia precisamente porque faltaba el que cualquiera pudiese ser elegido.
Y la actual ley de partidos está, a mi entender, bordeando lo admisible: aquí se dice que unos señores, por el hecho de haber sido candidatos por un partido ilegalizado, han perdido su derecho a ser elegidos para un cargo.
Si se demuestra que un señor era un colaborador de ETA debería haber sido procesado, individualmente, y sentenciado en un juicio donde tuviese todas las garantías procesales. Y si no hay sentencia, no entiendo que se le pueda retirar un derecho tan fundamental.
No considero admisible que se le retire un derecho de esa naturaleza sin que un tribunal lo haya sentenciado, sino que venga por la vía administrativa por el hecho de haber sido candidato por un partido que, cuando se presentó en sus listas, era perfectamente legal.
Yo soy un lego en cuestiones jurídicas, sin embargo este análisis no es sólo mío, se lo he escuchado a mucha gente de buen nivel que sabe del tema.
La ley de partidos fue hecha ad-hoc, a medida del partido que se quería ilegalizar, y cuando la justicia no es ciega, cuando se crean leyes a medida, el resultado es muy peligroso, muchísimo.
Y estamos empezando a pagarlo, obligados a cargarnos derechos fundamentales con sentencias colectivas. Retirando derechos básicos a personas cuando no han sido sentenciadas (y por lo tanto mientras no haya condena, son personas absolutamente inocentes).
Las leyes a medida son de otros regímenes, no de una democracia liberal.
|