Hace muy poco me he reincorporado a casa de unos viejos amigos, a la lista de escepticos aunque he permanecido calladito en esta nueva etapa.
El caso es que he visto que alguna gente habla de la tortura policial como algo relativamente normal, como algo incluso relativamente aceptable, al menos cuando esa violencia sirve para obtener información importante (por ejemplo para evitar nuevos atentados).
Cuando nos civilizamos y aceptamos el estado de derecho estamos dando el monopolio de la violencia al estado, sus fuerzas de orden publico son las únicas legitimadas a usar la fuerza, sus cárceles las únicas legitimadas a secuestrar a un cuidadano y retenerlo contra su libertad, pero en las reglas del juego también está que no pueden matar a nadie, ni retenerlo sin juicio, ni por supuesto torturarlo.
Si esas reglas no se cumplen, si aceptamos que las policías puedan secuestrar torturar o matar gratuitamente entoces me siento legitimado a romperlas yo también. Si la única medida del respeto a las reglas del juego es hacer las cosas de forma que no se vean públicamente o de forma que no te pillen (lo que al parecer es el límite de la tortura policial según algunos) pues... vale, pero yo haré lo mismo.
Lo que quiero decir con eso es que la tortura legitima el terrorismo, que si sé que a un amigo lo han torturado en una comisaría me creo con toto el derecho del mundo a disparar a esos policías, que si la policía antidisturbios arrea sin provocación y con alevosía (y eso lo he visto personalmente) entonces me parece legítimo que en la siguiente manifestación los manifestantes se lien a pedradas con ellos. El límite son las reglas del juego (llamadas leyes) pero si se rompen por un lado se rompen por otro, lo único que tienes que conseguir es que no te pillen.
Supongo que hablo desde la utopia o, mas probablemente, desde la ingenuidad; pero precisamente por dar al estado el monopolio de la violencia debería haber un cuidado extremo en no consentir ni un abuso.
Las presuntas torturas (y siguen siendo presuntas aunque hay muchos indicios de ello, por ejemplo los informes de Amnistía Internacional) son la principal excusa que dan los pro-etarras cuando se les critica su violencia. Debería quitarse ese argumento investigando hasta el final cada denuncia.
¿Es posible evitar la tortura y las falsas denuncias? Pues si, no solo es factible sino sencillo: lo expresa mejor Amnistía Internacional en esta web. Se resumen en tres puntos muy concretos, evitar la incomunicación a los casos imprescindibles, grabar los interrogatorios en video, y que los exámenes al detenido los haga conjuntamente un funcionario forense y un médico de confianza del detenido (o, y esto lo añado yo, de alguna ONG pro-derechos humanos en caso de inmigrantes que a menudo no conocen ni el idioma y menos a un médico). Recomiendo ampliamente su lectura.
El caso es que he visto que alguna gente habla de la tortura policial como algo relativamente normal, como algo incluso relativamente aceptable, al menos cuando esa violencia sirve para obtener información importante (por ejemplo para evitar nuevos atentados).
Cuando nos civilizamos y aceptamos el estado de derecho estamos dando el monopolio de la violencia al estado, sus fuerzas de orden publico son las únicas legitimadas a usar la fuerza, sus cárceles las únicas legitimadas a secuestrar a un cuidadano y retenerlo contra su libertad, pero en las reglas del juego también está que no pueden matar a nadie, ni retenerlo sin juicio, ni por supuesto torturarlo.
Si esas reglas no se cumplen, si aceptamos que las policías puedan secuestrar torturar o matar gratuitamente entoces me siento legitimado a romperlas yo también. Si la única medida del respeto a las reglas del juego es hacer las cosas de forma que no se vean públicamente o de forma que no te pillen (lo que al parecer es el límite de la tortura policial según algunos) pues... vale, pero yo haré lo mismo.
Lo que quiero decir con eso es que la tortura legitima el terrorismo, que si sé que a un amigo lo han torturado en una comisaría me creo con toto el derecho del mundo a disparar a esos policías, que si la policía antidisturbios arrea sin provocación y con alevosía (y eso lo he visto personalmente) entonces me parece legítimo que en la siguiente manifestación los manifestantes se lien a pedradas con ellos. El límite son las reglas del juego (llamadas leyes) pero si se rompen por un lado se rompen por otro, lo único que tienes que conseguir es que no te pillen.
Supongo que hablo desde la utopia o, mas probablemente, desde la ingenuidad; pero precisamente por dar al estado el monopolio de la violencia debería haber un cuidado extremo en no consentir ni un abuso.
Las presuntas torturas (y siguen siendo presuntas aunque hay muchos indicios de ello, por ejemplo los informes de Amnistía Internacional) son la principal excusa que dan los pro-etarras cuando se les critica su violencia. Debería quitarse ese argumento investigando hasta el final cada denuncia.
¿Es posible evitar la tortura y las falsas denuncias? Pues si, no solo es factible sino sencillo: lo expresa mejor Amnistía Internacional en esta web. Se resumen en tres puntos muy concretos, evitar la incomunicación a los casos imprescindibles, grabar los interrogatorios en video, y que los exámenes al detenido los haga conjuntamente un funcionario forense y un médico de confianza del detenido (o, y esto lo añado yo, de alguna ONG pro-derechos humanos en caso de inmigrantes que a menudo no conocen ni el idioma y menos a un médico). Recomiendo ampliamente su lectura.
18:49 del 2003-03-11 #
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