El presidente Hugo Chávez quiere acabar de una vez con la menguante libertad de expresión en Venezuela. En medio de una amplia ofensiva legal contra el canal de noticias Globovisión y otros medios críticos, la fiscal general Luisa Ortega Díaz presentó ante la Asamblea Nacional un polémico proyecto de ley que propone que el Estado "regule el derecho a la libertad de expresión" y castigue con penas de hasta cuatro años de prisión los "delitos mediáticos", como divulgación de informaciones "falsas" o "manipuladas".
Chávez ultima la ofensiva contra los medios que mantienen una actitud independiente. Para ello, también pretende imponer un plan de reforma de las leyes del periodismo y de las telecomunicaciones. El proyecto transforma en sujetos punibles a todos los habitantes de Venezuela.
Los artículos 5 y 6 señalan que será castigada la emisión de noticias falsas o manipuladas que alteren la tranquilidad pública o que contribuyan a crear "una matriz de opinión en la sociedad'', lo cual supondría una condena de dos a cuatro años de prisión
