Lo que parece un drama es en realidad una divertida comedia, la niña rica huye sin dinero en un autobús donde se encuentra con un periodista en paro que ve en el caso la oportunidad de una gran historia. El profundo contraste entre los caracteres del rudo (hoy aplicaríamos el calificativo de machista sin rubor alguno) periodista y la egoísta (hoy la llamaríamos pija) hija rica sirve de base para una sucesión de divertidas situaciones a medida que ambos se quedan sin dinero y han de ejercitar su ingenio para poder llegar a su destino, Nueva York, donde ella intenta llegar para volver junto a su marido.
Por el camino, lo inevitable, ambos se enamoran aunque dada la situación, bueno, no sucede nada, al menos no durante el camino... el final ya se lo pueden imaginar.
Como he dicho otras veces, yo de cine no se nada o casi nada, así que quizá esto sea una tontería, pero me encanta como está filmado cada plano, cada escena, como está calculado cada detalle, congelas la imagen en cualquier lugar y dices "Esta podría ser la foto fija del cartel", pero es que ese ésta es cualquier plano que uno busque al azar.
Recomiendo dos escenas, el periodista haciéndose pasar por mafioso para asustar a un aprovechado, y a los dos protagonistas haciéndose pasar por un matrimonio mal avenido para engañar a unos detectives enviados por el millonario padre de ella, divertidísimas.
Recomiendo, como en casi todo el cine clásico, la versión original subtitulada.
Y mañana otro gran ejemplo de cine de los de blanco y negro: Horizontes Perdidos, película que vi de niño y que me impactó, y que he buscado por recomendación del señor Pawley (ciertamente no sabía cual era cuando me la recomendó). Desgraciadamente esa si ha de ser la versión doblada.