Habías escrito un guión, al menos en tu mente, y tenía que ser especial. Como no sabías cocinar has tenido que pedir ayuda pero afortunadamente todo ha salido bien, el pescado está en su punto y el acompañamiento promete, guardas una buena mousse casera en la nevera para el postre. Junto a las flores del centro de mesa has puesto velas, no sabes si las encenderás pero están ahí por si a ella le gusta la idea, de todas formas aquella lámpara deja una luz cálida y suave. Oculto en una esquina un inciensario quema tu fragancia favorita.
Sabes que algo va mal cuando en la sobremesa ella hace un comentario sobre la música, tenías pensado que a esas alturas sonase "California Blues" pero ella te pregunta si no tienes algo menos aburrido. Es sólo una frase, pero rompe con todo lo que habías esperado y deseado, su atmósfera es otra y a ella no le huele a romero y canela. Ya sabes que a ella no le apetecerá bailar lentamente, meciéndose en la voz de Roy Orbison, y que cuando saques la botella de vino caro que has tenido enfriando ella no se levantará a coger las copas finas sino que irá a buscar la cocacola, y en vez de susurrar cosas al oído intercambiaréis en voz mas alta que de costumbre comentarios presuntamente divertidos. Y que ese atardecer que a ti tanto te emociona con el sol rojo en el horizonte cargando de matices las marchitas hojas de los robles no le llamará la atención sino que se quejará de que hace demasiado calor para estar fuera.

No es culpa suya, ella no tuvo oportunidad de opinar sobre el guión, de hecho agradeces el esfuerzo que realiza para que la velada se adapte un poco al suyo y poder continuar.

La llevas a algún bar donde están conocidos de alguno de los dos, y durante un rato todos se ríen y tu con ellos, y si te preguntasen no sabrías responder por qué te apetece irte a casa temprano y ves que ella disimula también su decepción. Pero nadie te preguntará, ya tienes experiencia en que no se note que en realidad no estas cansado y ella, bueno, sabes que dentro de un rato estará divirtiendose más de lo que lo hizo en la cena. Y pasarás por inocente o idiota porque todos creían que ella se acostaría contigo aquella noche y ella está diciendo que eres un encanto de chico.

El mundo está cambiando y me quedo atrás, puedo sentirlo en la cálida brisa del sur.

No es bueno beber vino a solas.