El caso es que me cuesta pasar de esas cosas, me cuesta horrores no replicar a lo que considero injusticias de acuerdo a mi propio código ético, y eso me ha dado esa fama, porque luego lo que si soy es bastante persistente en las discusiones (otros me llamarían pesado y probablemente estarían mucho más cerca en el matiz) Me cuesta horrores que en una lista los cristianos narren las bondades de su fe sin réplica alguna porque se supone que para ellos hablar de Dios es un deber y para los demás replicarles es un acto de intransigencia. Por eso y por muchas más cosas soy un polémico o un tocagüevos según quien responda.
En mi vida blogalita sigo siendo yo, hace algo más de seis meses me saltó la vena por lo sucedido en un canal de irc con otros blogalitas, ahora se me ha dado por replicar a lo que yo creo que son post ofensivos de Borjamari y por defender, y también lo creo sinceramente, que en Blogalia hay total y completa libertad. Y eso que me había prometido, tras en enorme desencanto de las elecciones pasadas, dejar mi faceta gruñoblog y dedicarme a otra cosa (cine y astronomía sobre todo). Supongo que es superior a mi hacer de abogado de pleitos pobres, y supongo también que no me disgusta discutir o habría conseguido erradicar el vicio hace tiempo.
Creo que las personas que usamos mucho internet, sobre todo el IRC pero también una buena parte de los blogueros, somos gente peculiar. Por decirlo de una manera sencilla, no tenemos nuestra cabeza totalmente en su sitio, hay muchas personas solitarias, otras con tendencia a la melancolía y unas cuantas con tendencia a la depresión. Hasta que comencé a entrar en el irc nunca había conocido a nadie que fuese regularmente a un psicólogo o psiquiatra, y ahora ya conozco a unos cuantos. No es que el irc vuelva tarumba a nadie, sino que los que somos 'raros' damos salida a nuestras necesidades a través de gente virtual, gente que no nos conoce, gente a quienes les podemos ocultar quienes somos realmente. Supongo que alguna otra característica relativamente común en el mundillo es que nuestra autoestima no es demasiado elevada, al menos buena parte del tiempo.
Podéis creerme o no, pero cuando leí a Borjamari pensé en ese tipo de gente, me imaginé lo que sentirían cuando leyesen lo que de ellos decían, volcaban su intimidad y sus esperanzas en un blog que alguien destrozaba sin rubor alguno y aprovechaba para decir unas cuantas cosillas (no agradables precisamente) del autor. Me parecía un ataque tan desproporcionado, gratuito y carente de propósito que necesité replicar. Percibía (no sé si de forma acertada o no) que ese estilo BM empezaba a extenderse, que otros estaban copiando ese modo atroz de atacar a través de un blog, y bueno, creí que por una vez la gente que nos gustan las formas y el buen rollo (y pensé en mi en esos términos a pesar de que tengo fama de lo contrario) teníamos derecho a réplica y a decirle a esas personas que eran unas maleducadas egocéntricas y que si no les gustaban nuestros blogs con no leernos tenían suficiente (algo que sigo creyendo)
Lo que no pensé es en los BM y demás, o para ser exactos, pensé en que eran unos seres egocéntricos que necesitaban sentirse superiores, que pretendían establecer jerarquías porque sólo sintiéndose superiores en relación a los demás podían estar a gusto. Extrapolación errónea. Eso lo he visto muchas veces en vivo, machos alfa marcando territorio, chulos o jefillos con necesidad de sentirse superiores. Pero la gente de internet es diferente, la extrapolación no tiene porque ser válida, en internet sólo vemos el personaje que nosotros creamos, no es ni mucho menos la persona real. El chulo internetero puede esconder una personalidad completamente diferente. Ahora ya no hago un juicio sobre ellos, pueden ser unos chulos jerárquicos, pueden ser poetas incomprendidos o adolescentes jugando a ser adultos (todos somos jerárquicos en la adolescencia en mayor o menor nivel), o pueden ser simplemente otros seres depresivos que necesitan de la lucha y la polémica para llevar el día con menos desagrado que de costumbre. Quizá son como la gente a la que atacan, y sólo necesitan creer que son diferentes.
Hay tantas posibles motivaciones que en cierto modo es egoísta por mi parte pretender que dejen de hacer lo que hacen, porque quizá para defender a quienes yo creo que no merecían ser atacados estoy atacando a otros que son como ellos. O quizá es que yo soy como Borjamari, y Thera tenía razón, y también busco la discusión y la polémica aunque me he creado una ética personal que me justifique esas polémicas a mi mismo.
No lo sé, ni por qué hacen lo que hacen ni por qué hago lo que hago, pero no me gusta la idea de que Thera no me conociese y su imagen de mi fuese la de un BM, en cierto modo, me da miedo ser un polemista que se autojustifica con razones equivocadas.