Alguien ha puesto esto en un comentario de una historia de otro blog:
Mikel, lo del nacionalismo es complejo, pero lo de los partidos
políticos me lo pone Vd muy fácil. A día de hoy, en España, se trata de
organizaciones sectarias empeñadas en la promoción personal de sus
afiliados, generalmente a costa del bien común, amparadas en el enorme
poder que adquieren mediante su control de las instituciones
democráticas cuyos mecanismos de control han ido suprimiendo ante la
mirada boba de los ciudadanos.
Así las cosas, podemos distinguir entre un nacionalismo de corte
intimista y filosófico (me siento próximo a lo mío, y lo defiendo aún a
sabiendas de que no es lo mejor, pero es mío) con la instrumentación
partidaria de ese sentimiento. Ya sabe: ellos y nosotros, la frontera,
la patria, la última gota de sangre, los antipatriotas y toda esa
bazofia responsable de tanto sufrimiento.
Y si me conociera sabría que no soy nacionalista español. De hecho, me da mucha vergüenza mi pasaporte.
Y, cielos, hacía tiempo que no me identificaba tan de cerca con un comentario, excepto la última frase, a mi no me da vergüenza mi pasaporte español, entre otras cosas porque no tengo, lo que me da vergüenza es que todo el mundo tenga que tener pasaporte para poder cruzar esas líneas en los mapas llamadas fronteras.
Mikel, lo del nacionalismo es complejo, pero lo de los partidos
políticos me lo pone Vd muy fácil. A día de hoy, en España, se trata de
organizaciones sectarias empeñadas en la promoción personal de sus
afiliados, generalmente a costa del bien común, amparadas en el enorme
poder que adquieren mediante su control de las instituciones
democráticas cuyos mecanismos de control han ido suprimiendo ante la
mirada boba de los ciudadanos.
Así las cosas, podemos distinguir entre un nacionalismo de corte
intimista y filosófico (me siento próximo a lo mío, y lo defiendo aún a
sabiendas de que no es lo mejor, pero es mío) con la instrumentación
partidaria de ese sentimiento. Ya sabe: ellos y nosotros, la frontera,
la patria, la última gota de sangre, los antipatriotas y toda esa
bazofia responsable de tanto sufrimiento.
Y si me conociera sabría que no soy nacionalista español. De hecho, me da mucha vergüenza mi pasaporte.
Y, cielos, hacía tiempo que no me identificaba tan de cerca con un comentario, excepto la última frase, a mi no me da vergüenza mi pasaporte español, entre otras cosas porque no tengo, lo que me da vergüenza es que todo el mundo tenga que tener pasaporte para poder cruzar esas líneas en los mapas llamadas fronteras.
01:00 del 2004-02-17 #
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