Esta noche tengo una cena en O fogar do Santiso. Es un local que parece sacado de una película, viejo, voluntariamente sucio, sin ninguna concesión a la fineza ni a la elegancia. Se come bien, comida toda ella tradicional, y barato, pero sobre todo destaca por el ambien enxebre (casi podríamos traducirlo por arcaico) y tradicional. Allí pasé, hace cerca de una década, uno de los mejores fines de año que he pasado, comí bien, resistí el frío, y llegada la medianoche tomé la queimada (orujo quemado con frutas) con el inevitable conxuro (conjuro) para espantar a las meigas (brujas) Tras la ceremonia de media noche el dueño del local y su hijo tomaron sus instrumentos musicales (acordeón y gaita) y llegó el momento de escuchar y bailar música tradicional hasta que nos cansamos.

Es difícil describir el ambiente a quien no lo conoce, el único término que se me ocurre para describir aquella noche es 'mágico'

Hace años que no voy por allí, hubo un tiempo incluso en que cerró el local por una inspección de Sanidad, pero ha reabierto.

Esta noche si puedo traigo fotos, en todo caso si alguien se viene por aquí, y no tiene demasiados remilgos a la hora de comer, lo llevo de cena para que lo conozca. Es como estar en una auténtica posada medieval, pero sin que te de la impresión de estar en un escenario con actores, aquí no se hacen las cosas para la galería, se hacen como se siente que se deben hacer, de hecho me cuentan que los camareros llevan PDAs. No es sencillo llegar a ese lugar, está, literalmente, en el medio del monte.