Hay quien cree que esto de los blogs es un lugar abierto a todo tipo de comentarios, que la libertad de expresión está por encima de todo y no debe ser cohartada de ningún modo.

Yo personalmente no lo creo, y exijo, o intento exigir, las mismas normas de civismo que pido a cualquier interlocutor en una tertulia de cafetería. Respeto la libertad de opinión, y respeto que se exprese aquí, pero entre la libertad de contar algo, y la libertad de insultar hay un trecho (como tampoco aceptaría comentarios racistas por ejemplo). La libertad de expresión es eso, una libertad, y no debe ser cohartada para ataques personales indiscriminados.

Eso significa que si alguien me deja un comentario diciendo que soy un 'gilipollas integral' sin argumentación alguna lo borraré, como acaba de pasar en una vieja historia sobre L.A. Confidential. Puedo aceptar la crítica, que se me diga que me equivoco y también que se me diga que hablo desde la ignorancia y que mis análisis son completamente equivocados. Intento no tener reparo alguno en aceptar mis errores cuando me los señalan, y en corregirlos si me explican como hacerlo. Si lo consigo o no, no lo sé, pero lo intento.

Pero el insulto gratuito sin más no lo paso, lo siento pero no tengo por qué aguantarlo. Y a quien no le guste que no entre.