El camino que lleva al faro permite mirar hacia el Sur, hacia la ría de Corcubión. Como todas las rías un lugar precioso. Desgraciadamente el día estaba con mucha bruma lo que impedía una buena visibilidad, aunque por otro lado también había una enorme belleza en los degradados, en ese modo de confundir cielo y mar, o niebla y tierra:

Llegando hacia el faro se deja un hotel a la derecha, y podemos ver la primera imagen del faro, su parte trasera:

Este es el edificio visto desde uno de los lados. La parte baja se ha convertido en una cafetería y tienda de recuerdos con entradas por el Este y el Oeste:

Mirando al horizonte no se sabía muy bien donde estaba nada:

Llama la atencioón la caída hacia el mar, aunque aquí no se aprecia demasiado, es todavía hacia el sur, esa parte tiene más vegetación:

El faro en su parte frontal:

Alguien pensó que quedaba bien una escultura de una bota gastada, me imagino que como homenaje de los peregrinos que continúan camino desde Compostela para llegar al fin del mundo, algún otro pensó que quedaba mejor quemada, algunos turistas andaluces pensaron que era una escultura de homenaje a los voluntarios anti-chapapote:

La caída por su lado norte ya impresiona un poco más, aunque la foto se cargue las distancias:

Aquí se aprecia un poco mejor, y permite ver las hermosas filigranas que la espuma hacía contra la rompiente. Tiene que acojonar esta vista con tormenta, sobre todo porque rodear el faro por el norte es ya un fino senderito pegado al edificio, donde existe riesgo real de caída:

Lo siguiente fue entrar dentro, la cafetería es pequeñita por dentro, aunque con una terraza amplia. Me encantó el techo (justo bajo el foco del faro):

Saliendo del edificio por la puerta trasera me encontré un delfín y otra magnífica vista de la ría:

Aunque el perro del lugar debía estar muy celoso de que se sacasen fotos de animales de piedra, y posaba impertérrito en un lugar también muy visible, no pude menos que aumentar sus egolatrías retratándolo:

Tras el faro hay otro monte, un poquito más elevado aún, aunque para entonces la niebla amenazaba con chafar las vistas:

Y en parte lo hizo, aunque pude sacar algunas fotos del faro lejanas, para ver su aspecto en contexto. El edificio del primer plano es el hotel:

También permite sacar una mejor perspectiva de lo que es la línea de costa y la caída que tiene, aquí ya acojona un poco más:

Mirando hacia el otro lado se puede seguir la línea de la costa hacia el norte y... una playita a la que me quedaron ganas de ir:

Llegando hacia el faro se deja un hotel a la derecha, y podemos ver la primera imagen del faro, su parte trasera:
Este es el edificio visto desde uno de los lados. La parte baja se ha convertido en una cafetería y tienda de recuerdos con entradas por el Este y el Oeste:
Mirando al horizonte no se sabía muy bien donde estaba nada:
Llama la atencioón la caída hacia el mar, aunque aquí no se aprecia demasiado, es todavía hacia el sur, esa parte tiene más vegetación:
El faro en su parte frontal:
Alguien pensó que quedaba bien una escultura de una bota gastada, me imagino que como homenaje de los peregrinos que continúan camino desde Compostela para llegar al fin del mundo, algún otro pensó que quedaba mejor quemada, algunos turistas andaluces pensaron que era una escultura de homenaje a los voluntarios anti-chapapote:
La caída por su lado norte ya impresiona un poco más, aunque la foto se cargue las distancias:
Aquí se aprecia un poco mejor, y permite ver las hermosas filigranas que la espuma hacía contra la rompiente. Tiene que acojonar esta vista con tormenta, sobre todo porque rodear el faro por el norte es ya un fino senderito pegado al edificio, donde existe riesgo real de caída:
Lo siguiente fue entrar dentro, la cafetería es pequeñita por dentro, aunque con una terraza amplia. Me encantó el techo (justo bajo el foco del faro):
Saliendo del edificio por la puerta trasera me encontré un delfín y otra magnífica vista de la ría:
Aunque el perro del lugar debía estar muy celoso de que se sacasen fotos de animales de piedra, y posaba impertérrito en un lugar también muy visible, no pude menos que aumentar sus egolatrías retratándolo:
Tras el faro hay otro monte, un poquito más elevado aún, aunque para entonces la niebla amenazaba con chafar las vistas:
Y en parte lo hizo, aunque pude sacar algunas fotos del faro lejanas, para ver su aspecto en contexto. El edificio del primer plano es el hotel:
También permite sacar una mejor perspectiva de lo que es la línea de costa y la caída que tiene, aquí ya acojona un poco más:
Mirando hacia el otro lado se puede seguir la línea de la costa hacia el norte y... una playita a la que me quedaron ganas de ir:
01:00 del 2004-07-24 #
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