El caso es que ayer vi al actor en una película, que por cierto no recomiendo a nadie de más de 14 años, se titula "Superagente Cody Banks II, misión en Londres", una de esas películas infantiles que convierten a las tres entregas de Harry Potter en joyas maestras del género,lo único aprovechable es el penúltimo corte de la banda sonora, que creo que no editarán. Bueno, hay otro pequeño aliciente, uno de los malos es Santiago Segura con bastante cuota de pantalla y en una más que aceptable sobreactuación (a juego con la película), utilizaría su papel como excusa pero no es cierto, me ha resultado una beneficiosa cura contra los 15 minutos de Kill Bill Volumen 1 antes de que el exceso de asco me hiciese cortarla, es mi última oportunidad (fallida) a Tarantino y su violencia presuntamente divertida.
El caso es que me ha picado la curiosidad... y... el actor que representa a un agente de la CIA de 16 años va a cumplir... 19, y su ligue cinematográfico (su equivalente iglesa) tiene 23. Eso sí, ambos tienen caras sumamente aniñadas (aunque en el caso de la chica tienen que cargarle muchísimo el maquillaje)
Me estaba acordando de Michael J. Fox, haciendo papeles de crío hasta que le pudo el Parkinson. Debe de ser un chollo, la competencia es muchísimo menor. Que le pregunten a Matt Damon, Robert Sean Leonard o Ethan Hawke, o a tantos otros, lo bien que le hubiese venido no haber crecido tanto. Éste se ha quedado en tamaño tapón, o lo que es lo mismo, de mi altura.
En este fotograma cantan un poco ambos, en la película se nota bastante menos.

Lo que no soporto de las películas infantiles americanas son las moralinas.