Ese será, esta noche, mi particular homenaje a Supermán. Una comedia de enredo disparatada y francamente divertida dirigida en e 92 por Peter Bogdanovic, donde pude apreciar, por primera vez, que Supermán era más que un superhéroe, era un actor de teatro de la escuela clásica, de los que dicen mucho con pocos gestos. Mejor homenaje que el mío es el que le hace
Crisei quien espero que me permita que firme sus palabras.
Desde aquí mi recuerdo al actor, al mito y al luchador.
Otro que se nos va. Ya no nos quedan muchos, y no sé si es porque me hago viejo pero los que vienen no me terminan de convencer. Un día de estos ser irá Harrison Ford y me quedaré sin héroes del celuloide.
Adios Cristopher.