Imaginémonos que ya no se puede expandir, que ha llegado a cubrir todo su nicho ecológico y que tiene éste bien asentado.
Imaginémonos que ha llegado hasta ahí a base de crecer y que los cargos vienen a estar, más o menos, por edades. El directivo la creó y está próximo a jubilarse, luego contrató a cuatro más con los que fue asentando la compañía y que andan por los cincuenta, luego ampliaron y contrataron a dieciséis que andan por los treintaymuchos o cuarentaypocos y que son los jefes de servicio, y al final contrataron a los sesentaycuatro empleados de baja categoría que andan por los ventimuchos o treintaypocos.
Imaginémonos que, como defiende hoy en día muchísima gente (de hecho incluso entre los empleados de bajo nivel) el sueldo es por categoría y no por antigüedad.
¿Qué sucederá dentro de diez años? El viejo se habrá jubilado, los tres coordinadores de área se habrán liado a puñaladas para conseguir el puesto de gerente, los nueve jefes de servicio habrán hecho lo mismo para conseguir el puesto de coordinadores, y los sesentaycuatro empleados lo mismo por ser jefes de servicio. Antes de jubilarse, de los sesentaycuatro, la inmensa mayoría no habrá podido progresar, pero ni siquiera lo piensan, creen que serán ellos los elegidos.
El único modo de progresar económicamente es subir de categoría, y entre tanta gente siempre hay quien adopta como estrategia la del trepas de toda la vida, así que para competir has de hacer lo mismo. Si vas por lo legal estarás toda tu vida con un sueldo con el que no podrás afrontar los nuevos gastos que la propia vida te genera (hipoteca, hijos) así que lo mejor es vender tu alma al diablo y ejercer tú también de trepas.
Al cabo de veinte años la empresa funciona porque tiene su mercado controlado, pero la salud interna y mental de todo el mundo está dañada, los vicios adquiridos en la empresa se trasladan al resto de apartados de la vida, la gente empieza a buscar su propio interés en la asociación de vecinos porque esa es la estrategia que ha funcionado en la empresa y sabe desenvolverse con ella.
Competir, competitividad, lucha, ganadores, perdedores, ascender, éxito, fracaso, trepar... un montón de términos asentados en el lenguaje cotidiano para definir lo que sucede ¿Cuántos de vosotros que trabajáis en empresas medias o grandes (privadas) sabéis de qué hablo? ¿Cuantos de esos sesentaycuatro empleados de bajo nivel están de acuerdo en cobrar por categoría y no por antigüedad creyendo que ellos serán los que medren? ¿Cuantos estarán deprimidos diez años más tarde por seguir cobrando un sueldo de mierda aunque hagan su trabajo de forma impecable?
¿Cual es la solución? Ah, es la mía, imposible de realizar, nadie la aceptaría: cobrar por antigüedad y no por categoría, no es menos trabajo el que está ocho horas frente al público con una sonrisa que el que está esas ocho horas en una mesa finalizando un balance ¿Por qué ha de cobrar más el segundo? ¿Responsabilidad? Puede pero no me gusta la respuesta, ¿Por que si no no habría incentivos para subir de escalafón? Tampoco es lo que yo percibo, a la gente le gusta subir de categoría y responsabilididades, aunque no suba de sueldo, si es capaz de ejercer con soltura las nuevas tareas. ¿Entonces por qué? No lo sé, sinceramente, no lo sé, pero así es como funciona hoy en día. Supongo que se ha demostrado un modelo más eficiente. Lo cierto es que mi propia percepción me indica que el trabajo real es el que se hace abajo de todo, los de arriba buscan las condiciones para conseguir que sea más rentable o más eficiente, pero los bienes/servicios que genera la empresa son los que crean sus empleados más bajos y que de ellos depende en su mayor parte la rentabilidad de la empresa.
Desgraciadamente basta con mantener un paro artificialmente elevado (¿Si impidiésemos las horas extras, los dobles empleos y se cortase de raíz el trabajo subterráneo qué tasa de paro habría?) para mantener una movilidad en puestos bajos que siempre deje a la gente sin ganas de protestar ni de reivindicar mejoras sindicales (¿Existen todavía los sindicatos fuera de la administración, las empresas gigantes y los grupos de empleados ultra-especializados?) Todos calladitos con la esperanza de que a los dos años no te digan que te largas para contratar a otro en condiciones más paupérrimas.
Recuerdo el artículo de Reverte que puse hace año y medio y enlacé de nuevo hace un par de días. Dios, es deprimente lo que sucede ante la mirada pasiva (y podrida) de las autoridades laborales. Y esto es y será así no importa que partido llegue al poder, para llegar arriba hacen falta fondos, para los fondos hacen falta favores, y esos favores se pagan mirando hacia otro lado. ¿Alguien sabe algo de la vida sindical en El Corte Inglés? ¿No es sorprendente que, sabiendo todos como funcionan porque tenemos a algún amigo en algún puesto, no salga nunca nada en los medios ni ninguna autoridad intervenga? Es lo que tiene ser el máximo pagador de publicidad del país...
Siempre recuerdo el viejo aforismo anarco: De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad. Ha pasado de la utopía a la quimera.
La culpa, en el fondo, es mía y lo sé. Debo ser más competitivo.