Cuando Laporta ganó las elecciones a la presidencia del Barcelona, la sección de deportes de la SER se cansaron de alabarlo. Suponía la derrota de Gaspar, aires nuevos, proyecto ilusionante... Un fenónmeno vamos.

Durante algo más de un año siguieron por la misma línea, la nueva junta acertó con Ronaldinho, acertó con Deco y el resto de fichajes, el proyecto deportivo era magnífico, habían mantenido a Rijkaard cuando se pedía su destitución y se había destapado como un extraordinario entrenador. Las cuentas se habían limpiado, el proyecto económico era viable...

Un auténtico idilio.

Hasta hace unas semanas. Hubo elecciones para decidir el presidente y la SER apostaba por Gerardo González mientras el Barcelona aludía a declaraciones públicas de ese hombre declarando su madridismo para apoyar al otro candidato, y presidente por entonces, Angel María Villar. Hubo una asamblea donde teóricamente todos los clubes de fútbol tomarían partido unánime por un único candidato, algo con lo que algunos estaban de acuerdo, y otros, entre ellos el F.C.Barcelona, que opinaban que en democracia cada uno vota lo que cree justo y responsable. En aquella asamblea ganó el voto a Gerardo González pero algunos ya dijeron que no acatarían la opinión mayoritaria y que votarían al candidato que considerasen oportuno.

Y aunque no se sabe con seguridad, se sospecha que el Barça votó a Villar, de hecho el ex-presidente del club, Joan Gaspart, fue el hombre que le organizó la campaña.

A mí todo eso me la trae al pairo si he de ser sincero. Me importa bastante poco.

Lo que me chocó muchísimo fue que en plena campaña entrevistaron a Laporta, y en medio de la emisión directamente lo amenazaron (de forma nada velada la verdad), ante mi completo y absoluto estupor, si seguía apoyando a Villar.

Y Villar ganó.

Desde entonces, lo poco que he escuchado en la SER de deportes (no es mucho ya que a esas horas o chateo o duermo) referente al Barça ha sido para atacar y desprestigiar a Laporta, dicho vulgarmente, han pasado a darle leña. Han cumplido su amenaza.

No puedo menos que sentir vergüenza ajena, no es que haya sido algo nuevo, lo mismo había visto hacer años atrás al Butanito en la COPE con varios presidentes de club (sobre todo con Lorenzo Sanz), sé que no debería sorprenderme, sé que el periodismo no es una labor social sino una empresa con sus múltiples y variados intereses, pero no deja de resultarme bochornoso lo sucedido, ahora ya no es un buen proyecto, ahora no se han lavado las cuentas, ahora ya nada, Laporta ha pasado a ser el enemigo.

No puedo comprender según que cosas, es una pena.