No es nada amable, aunque no desea serlo. Os dejo su última frase para que veáis su conclusión:
En todo caso, el adusto señor no es culpable. Se le conoce desde que empezó su carrera, se han oído sus miles de discursos y sus docenas de libros, sus apoyos a Franco: no engaña a nadie. Los que le han votado no están engañados por él: son como él.
Yo no voy a decir, racionalmente, que comparto su opinión; hay muchas razones para votar a alguien que no es como nosotros, por ejemplo porque no te gustan sus alternativas. Pero tampoco diré que emocionalmente no crea algo parecido a lo que dice Haro Tecglen.