Enhiro, reconozco hablar sin datos objetivos, todo lo que he oído me llega a través de terceras o cuartas personas. Tampoco sé si ese tipo de cosas son o no leyendas urbanas.
Sin embargo tengo una natural antipatía por las fuerzas de seguridad, fruto de ese tipo de rumores y de haber estado presente en algunas cargas policiales absolutamente desmesuradas y sin sentido alguno. Me temo que mi imagen de ellas es de fuerzas de represión con poco o ningún respeto por la integridad ajena, su límite no parece ser el mínimo necesario para cumplir su función sino simplemente el máximo permitido antes de ser sancionados. Literalmente he visto sadismo en esas cargas, por algún lado anda una historia en este blog narrando lo que vi en una y la sensación de asco e impotencia que me provocó.
Y por si fuese poco, tenemos numerosas denuncias de ONGs internacionales (Amnistía Internacional por ejemplo) y nos hemos saltado las medidas básicas para evitar la tortura (grabaciones de interrogatorios, tiempos de detención sin denuncia...) con lo cual les damos facilidades a los malnacidos que habitan en el cuerpo.
Personalmente siempre he sentido miedo ante la idea de ser retenido en alguna manifestación, de hecho, como muchos, suelo tener más miedo de policía y guardia civil que de muchos de los que en teoría nos protegen. Supongo que son restos del pasado, herencia colectiva de otra época. No sé la causa en realidad, pero sí sé que sucede.
Esta mañana he escuchado tres declaraciones con respecto a este tema, una es que el gobieno ha actuado con mucha contundencia, lo que me parece cojonudo, cojonudísimo. Del mismo modo que la muerte de un policía en el ejercicio de su función me parece más dura que la muerte de otra persona cualquiera, la muerte de alguien a manos de la policía (o guardia civil) me parece mucho más aberrante que a manos de cualquier otro grupo.
La otra es a alguien pidiendo que se respete la presunción de inocencia de los guardias civiles, estoy de acuerdo con eso. La separación de cuerpo es una medida preventiva, pero se debe mantener la presunción de inocencia de cara al enjuiciamiento criminal, que debe ser rápido, y donde, de probarse los hechos, se debe aplicar la pena más dura que permita le ley.
Y una tercera declaración, de un portavoz de una asociación de mandos, diciendo que esas cosas pasaban porque los turnos eran largos y no había días libres y con tanto trabajo pasaban esas cosas. Esta última declaración me ha parecido vomitiva, cabreante, asquerosa. Se me agotan los calificativos. ¿Un hombre ha muerto, aparentemente torturado hasta la muerte, porque un guardia civil estaba cansado? ¡Anda ya! Seguid protegiendo a los (presuntos) torturadores, que así os juzgarán luego a todos. La lealtad jamás debería amparar crímenes, eso no es lealtad, eso es encubrimiento.
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