Es imposible, controlar cien fuegos simultáneos, es necesario establecer prioridades, y eso lo saben muy bien los hijosdeputa de los pirómanos y los hijosdeputa que les pagan. Hoy he estado comentando el tema con gente de todo tipo, nadie tiene la más mínima duda de que son intencionados. En Noya había otro fuego de nivel de riesgo I, en San Xusto, donde estuve trabajando hace apenas un mes, ahora sin duda un montón de tierra calcinada. Me comenta alguien que allí querían montar un campo de golf, exactamente allí, donde ahora no hay nada. Ahora es la licencia para abrirlo o un monte calcinado...
De vuelta hacia casa escuchaba por la radio a alguien de los bomberos, comentaban el incendio de Figueiras, al que he asistido en directo. Comentaban que tenían cámaras en el Pedroso, y que en unos instantes vieron empezar el fuego en cinco focos simultáneos. Arde el Pedroso, pero no es urbanizable, pero arde el Pedroso y un montón de recursos se destinan a salvarlo, recursos que se desvían de otros fuegos.
Fuego y más fuego, bomberos y recursos absolutamente sobrepasados, cien incendios simultáneos en Galicia. Arde Galicia, la rabia nos consume a los gallegos, y sólo algún hijoputa se va a beneficiar. No tengo soluciones, la única que el cuerpo me pide es la lenta mutilación de los responsables, los del coche que sale corriendo y los del traje que les han pagado. Mi tierra se quema, delante de mis ojos, miles y miles de árboles, cientos de miles de animales de todo tipo, y alguno que terminará con algunos ceros en la cuenta corriente.
Soy un ser humano racional, pero en estos momentos la rabia y la impotencia me consumen, y creo que haría la solución que los del pueblo dan a este problema: Dejar a los responsables en medio de las llamas. Bueno, yo lo asentiría con un matiz, darles una bombona de aire, que mueran quemados y no asfixiados.
Si lo pienso me arrepiento de desear algo así, pero prefiero dejarme llevar, al menos hoy.

(Si pincháis en la foto, os lleva a mi cuenta de flickr, hay otras fotos de lo mismo, igual de poco visibles, pero la distancia y el propio humo del incendio complicaban las cosas)