Ya casi pasó ayer en varios sitios. Aquí vieron al tío de la Renault Express, aunque no con claridad.
Me contaban que en otro sitio de la costa cercano a Vigo, los vecinos persiguieron al incendiario a la carrera por el monte, y sus palabras fueron 'si lo pillamos, terminamos en la cárcel nosotros'.
Alguien equiparó esto al Prestige, y para mí tiene un paralelismo y es el sentido de catarsis colectiva. El fuego en el monte era algo aceptado como normal y casi con indiferencia por la mayoria de la población, pero a la banda de incendiarios de este año se les ha ido mucho la mano, y la oleada de indignación ha roto barreras. La gente se ha cabreado de verdad.
Aunque esta vez no veo que el cabreo esté contra los políticos. Exaltados hay en todos lados, pero se acepta que se está haciendo lo posible. Ayer nos cansamos de esperar que el hidroavión nos ayudase un poco, pero sólo uno de los presentes se indignó cuando vio que se iban para otro lado. El resto éramos conscientes de que si no descargaba allí era porque en otro lado eran más necesarios.
|