No son las más representativas sentimentalmente, pero sí seguramente fueron las dos canciones que escuché con más devoción en esos años:
Un detalle importante de la primera: Maggie Reilly, la cantante, tiene seguramente la voz más dulce que he escuchado en mi vida, y canta maravillosamente, y está gorda y es fea.
Comento esto porque hace tiempo que defiendo que por pura estadística, si aceptamos que belleza física y calidad vocal son variables independientes, y que hay muchas más personas de belleza normal que despampanantes... la conclusión lógica es que tiene que haber más cantantes buenos entre la gente normal y fea que entre los guapos (y más actores), cuando actualmente ya no salen cantantes feos (y sobre todo, no salen cantantes féminas feas).
Si uno mira películas de los 50, ve que hay actores y actrices feos, que en 'El hombre tranquilo' la mayor parte del plantel son gente normal tirando a feos y todos y cada uno de ellos borda su papel. Hoy en día ves una película y es una sucesión de tipos guapísimos pero de discreta expresividad (por no decir que muchas veces es casi nula)
Quizás es otra razón por la que cada día me gusta menos la música y el cine actual (y me refiero al de consumo masivo, sé que hay arte que merece mucho la pena si uno busca un poco)