Se habló de muchas cosas: el resumen era que había que refundar el capitalismo. Y esa frase grandilocuente encerraba medidas imprescindibles: acabar con los paraísos fiscales para hacer más claros los movimientos de capital, reforzar las instituciones de vigila de los mercados para evitar timos como las sub-prime, se habló incluso de la tasa Tobin para evitar la especulación financiera. Se habló de luchar contra las evasiones fiscales que representan las Sicav. Se habló de reinstaurar el impuesto de patrimonio que favorece a los pobres frente a los ricos. Se habló de reformar el FMI y el Banco Mundial y los Bancos Centrales para que pudiesen controlar los fondos de inversión.
Hace dos años de aquello. La crisis financiera permanece, como sabe cualquiera que busque créditos para empresas en los bancos. Y esta crisis financiera que sigue existiendo ha alcanzado ya la economía real, ahogada por la falta de crédito. Y sin crédito no se moviliza la actividad económica y comercial. Todo anda parado.
Bueno, todo no, la especulación sigue en marcha. Hay muchísimo dinero en circulación especulando con la deuda pública de diversos países y con las divisas, y por supuesto en bolsa. En tiempo de crisis, el mejor negocio parece ser especular.
Y si estamos aquí es por la especulación, y por el FMI y los bancos centrales, porque todos esos señores no supieron ver el timo de las hipotecas sub-prime y los bonos que los bancos emitían con esas hipotecas. Bueno, eso de inicio, en España en vez de timarnos con las hipotecas, lo hicieron financiando construcciones que nadie iba a comprar luego y que ahora son deuda en las cajas.
Se habló de regular los mercados, refundar el capitalismo.
Dos años después, la misma gente que nos ha hundido en le mierda hasta el cuello son los que nos están dando las soluciones a la crisis, y esas soluciones pasan por reducir gasto público, haciendo que los estados den menos servicios (y por lo tanto tengamos que pagarlos de nuestro bolsillo) y al mismo tiempo aumentando impuestos. Ahora mismo los mercados nos mandan empobrecernos a los trabajadores para pagarles sus beneficios. Las deudas de los timadores las estamos pagando entre todos, con soluciones dadas por el mismo mundo financiero que nos llevó a la ruina. Y la cosa va a ir a peor.
De refundar el capitalismo y acabar con los paraísos fiscales y poner una tasa a las transacciones de capital ya nos hemos olvidado todos. De tocar las Sicav o reinstaurar el impuesto de patrimonio más aún. Todas las medidas destinadas a evitar los mismos desmanes que nos han arruinado se han olvidado, y a recaudar más de los millonarios (esos que no pagan impuestos ni por su capital ni por su patrimonio) también.
En cambio, al dictado de los mercados haremos reformas fiscales, reformas de gasto, reformas de todo tipo, porque los mercados mandan. Reformas que pueden gustar o no a los gobiernos, pero los gobiernos han de obedecer porque si no se suceden los ataques especulativos y te hunden el país.
Empezó esta crisis con la democracia queriendo controlar al capitalismo y los mercados. Y ahora son los mercados los que han controlado la democracia.
Y no veo salida. Ninguna. Los currantes vamos a ser mucho más pobres para que los que son más ricos sigan siendo igual o más ricos. Y los votos, la democracia, no sirve ni servirá para nada.
