Este pedazo de texto se lo dice Billy Elliot a su profesora de danza, con el cuerpo embarado y el rostro crispado y rojo de pura ira, Billy venía de ver como su padre daba un puñetazo a su hermano, en un intento de evitar que este fuese a una manifestación armado con un martillo con el que enfrentarse a los antidisturbios. Unos segundos mas tarde Billy recibe una bofetada y llora sobre el hombro de la profesora.
Unas escenas mas tarde su hermano es perseguido y finalmente apaleado por esos antidisturbios.
En cierto modo esta escena expresa como pocas la terrible violencia que está presente en toda la película, con la dureza de una huelga de mineros en la Inglaterra de la Dama de Hierro como trasfondo, la pobreza de los huelguistas (el padre de Billy termina quemando el piano para conseguir algo de leña con la que pasar el día de navidad, sin dinero ya para comprar carbón), la violencia de la policía, de los piquetes, de los esquiroles... Una película violenta y al tiempo lírica, con una banda sonora que convierte una carga policial en una coreografía, sin que se deje de ver la realidad en ningún momento (de hecho, y a modo de curiosidad, está prohibida a menores de 15 años en el Reino Unido).
Para los que no han visto la película diré que Billy es un niño de 11 años, hijo y hermano de mineros, huérfano de madre, que a escondidas de su familia va a clases de danza clásica... Billy es un personaje entrañable, de esos que dan ganas de abrazar, con un padre duro, una amiga a la que rechaza ("Si quieres te enseño mi rajita"), su mejor amigo es homosexual ("¡hay que joderse!" le responde cuando éste le dice que no deber irse porque lo echará de menos"), y él un chico que necesita bailar a todas horas... sus escenas de caminar-bailar en la calle, sus escenas de bailar-soñar, o sus escenas de bailar-llorar son absolutamente impresionantes.
Personalmente ha sido la película que mas me ha impactado desde "Hoy empieza todo", menos dura quizá que aquella, mas lírica, mas positiva, aunque uno no deja de ver que le están contando una historia, que el cuento de hadas que estás viendo es solo una ilusión y que la realidad es lo que el director te estrá mostrando tras el personaje, que en la vida los extras que aparecen al fondo en todas las escenas también son policías antidisturbios.
Impresionante el actor, Jamie Bell de trece años, no especialmente guapo (tiene orejas de soplillo) pero de enorme expresividad, sonrisa de ilusión, y una enorme capacidad de baile (hubiese sido un magnífico Harry Potter)
Me resulta un poco frustrante hablar de cine, carezco de vocabulario y conceptos para hablar de una película o para analizarla, me quedo con la impresión de que soy incapaz de trasmitir lo que una película ha representado para mi. En todo caso mi consejo es que la vayáis a ver o la alquileis, o pedírsela a los reyes magos, o al primo ese emula que algunos tenemos ya como inseparable.