El caso es que no consiguió dormirme, y empezó Hablar por hablar, un programa que personalmente detesto, pero que cuenta con partidarios en la blogosfera como Vendell, y por no mover la mano y apagar la radio comencé a escucharlo.
Y llegó la primera llamada:
- Hola, yo llamo porque estoy preocupada, mi conejito enano, Pipi, se ha comido mi planta de marihuana. -Debo reconocer que la voz se notaba preocupada, era un conejito de solo tres meses, pero no pude más que comenzar a reírme a carcajadas.
Pero lo mejor fueron las respuestas de los oyentes.
La primera fue normal: ¿Es que no sabes que está prohibido cultivar marihuana?.
La segunda desternillante: Tu conejito ha encontrado El Jardín de la Alegría.
La tercera aún mejor: ¿No ha cantado aún nada de Bob Marley?
Y confieso que tuve que apagar la radio, que no podía más.