Yo me he equivocado, creí que ETA iba en serio, creí que esta era la buena, creí que era posible un proceso de paz al estilo Ulster. Fallé en mis predicciones y en mis esperanzas. Incluso tras el atentado de la T4 pensé que había sido un puñetazo en la mesa para demostrar que seguían siendo operativos y que, por ello, querían contrapartidas a su disolución. No era así. ETA no quiere la paz.
También he acertado, creo, al respaldar al gobierno en su política, al pedir que no se cesase la presión policial a la banda terrorista (que no se cesó en ningún momento)
Y también he fallado. Por defender el derecho a participar en política de quienes nunca han querido hacer política, de quienes abusaron de la buena voluntad de muchos simplemente para tener une excusa más para su catálogo de razones por las que según ellos merece la pena matar. Sigue sin gustarme la ley de partidos, sigue sin gustarme la ilegalización de partidos, pero en estos momentos me parece un mal necesario.
El gobierno también se ha equivocado: por dar esperanzas, por decir que era posible. O quizás por todo lo contrario, por no conceder más cosas a los etarras, porque quizás algunas concesiones habrían hecho que el proceso de paz fuese posible. No sé cual de las dos opciones es la correcta, así que me fío del gobierno y los acuso de equivocarse desde el primer momento, de decir qeu era posible.
Y el gobierno también ha acertado: porque está claro que en todo momento barajó la posibilidad de otra tregua trampa, como parece que ha sido, y en ningún momento cesó la presión policial sobre ETA. Mientras con las declaraciones fomentaban el proceso negociador, los hechos mantenían la presión policial, como tenía que ser.
Y el gobierno falló: por no saber imponer la agenda, por no saber imponer en cada momento de qué se hablaba en las tertulias, por ceder la iniciativa al PP y dejar que éste lo desgastase con ese tema y diese a ETA un protagonismo publicitario que no tocaba.
Y el PP también acertó: nunca se creyó la tregua de ETA, eso se lo concedo.
Pero se equivocó: al usar esto como arma electoral, al hacerle el juego a ETA dándole toda la publicidad del mundo, metiendo al gobierno en una pinza donde sólo ETA ganaba. Este proceso, o falta de él, debería llevarse con total discrección, con comunicados de prensa del gobierno cuando tuviese algo que decir sobre ello y nada más, no con grandes titulares día sí y día también propiciados por el PP. Se podría haber mantenido el discurso sin tanta exhibición, con decir de vez en cuando 'el gobierno se está equivocando porque ETA no quiere proceso, pero no haremos más declaraciones'. Con eso bastaba. Y ahora podrían colgarse la medalla por haber apoyado al gobierno mientras se les decía que se equivocaban. El haberle hecho el juego a ETA, a mi modo de ver, hace que ahora no tengan nada que decir.
Y el PP falló: falló estrepitosamente, falló vergonzosamente. Falló porque se hartó de hablar de pactos PSOE-ETA para vender Navarra, de pactos secretos para negociar la autodeterminación, etc etc etc... Parece muy claro ya que nunca hubo esos pactos. Acusaciones infundadas como parece demostrarse ahora.
¿Y ahora qué?
Ahora a volver a los guardaespaldas, a mirar bajo los coches, y a seguir atacándolos con todas las armas a nuestro alcance: la ley.
Hoy sigue siendo un día triste. No por esperado es menos triste.